DF Conexión a China | La bienvenida apertura de Janet Yellen a China

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El diálogo entre Estados Unidos y China está prácticamente roto, pero un discurso de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha ofrecido una vía para salir del atolladero. Aunque la semana pasada Yellen reiteró la postura de la administración Biden de que la seguridad nacional siempre estará por encima de la economía, tanto en el contenido como en el tono su discurso marcó un quiebre con gran parte de la retórica reciente más acalorada de Washington.

En una entrevista concedida al Financial Times, la Secretaria del Tesoro subrayó que Estados Unidos no pretendía socavar la competitividad de China ni limitar su desarrollo. “La economía no es un juego de suma cero”, afirmó. Este mensaje, combinado con su deseo de visitar China en breve, debería ser tomado por Pekín como una rama de olivo.

“Beijing debe responder a la rama de olivo de la secretaria del Tesoro estadounidense”.

Los augurios no son óptimos. Joe Biden ha intentado en vano programar una llamada telefónica con Xi Jinping, que se ha reunido con casi cualquier otro líder mundial que quiera verle. Entre los visitantes recientes figuran el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, y altos cargos de Irán y Arabia Saudí. Sin embargo, las propuestas estadounidenses han sido rechazadas.

Dadas las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán y el aumento de las patrullas estadounidenses de libertad de navegación en el mar de China Meridional, la falta de contacto entre Beijing y Washington es peligrosa. Los contactos rutinarios han cesado casi por completo desde que Estados Unidos derribó un globo espía chino frente a su costa atlántica en febrero.

A ambas partes les interesa que esto cambie. Algunos en China interpretarán el discurso de Yellen como una mera reafirmación de lo que Xi llama la estrategia estadounidense de “contención, cerco y supresión”. Yellen dejó claro que EEUU revisaría continuamente, y posiblemente ampliaría, su lista de exportaciones prohibidas a China. Estas podrían ir más allá de los semiconductores de gama alta anunciados el pasado octubre. Añadió que Washington anunciaría en breve una lista de inversiones estadounidenses prohibidas a China. Pero la intención era constructiva. Yellen dejó claro que EEUU no desea desvincularse de China, lo que sería desastroso para ambas economías. Su objetivo era restablecer el diálogo.

Su discurso también parecía diseñado para facilitar que los líderes europeos se alinearan con Estados Unidos haciéndose eco de su propio análisis estratégico. Se trata de una oportunidad de distensión a la que China debería responder positivamente. Una visita de Yellen, a quien se percibe correctamente como una voz moderada dentro de la administración Biden, rompería el hielo tras meses de silencio. Facilitaría el camino para que los ejércitos chino y estadounidense reanudaran el intercambio de información. También podría facilitar una visita de seguimiento de Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, que canceló su viaje por el incidente del globo espía. Eso, a su vez, prepararía otra reunión entre Xi y Biden tras su breve cumbre de noviembre en Bali.

El esfuerzo por reanudar el diálogo tiene que empezar por algún sitio, y tiene que empezar pronto. Estados Unidos necesitaba aclarar su postura y debe seguir haciéndolo, pero China debe responder ahora.