DF Conexión a China | Intercambio comercial y la metamorfosis del consumidor chino

Martín González Solar y Hernán Jaramillo Soto

En estos tiempos tan extraordinarios que ha traído la pandemia, no es de extrañar que la digitalización y la reconfiguración de procesos se hayan convertido en prioridad urgente para las empresas con miras a afrontar con resiliencia el largo plazo. Y los consumidores lo están exigiendo, si miramos la metamorfosis del consumidor chino durante 2020.

En 2021 comenzó el 14º Plan Quinquenal del gobierno chino, el cual define el modelo de política que se utilizará en el desarrollo económico y social en los próximos cinco años. China ha iniciado un nuevo camino, ya no centrada exclusivamente en las exportaciones y gravitando fuertemente hacia el consumo. En esta dirección, el avance de los consumidores chinos en la búsqueda de una mejor calidad de vida es imparable, y este impulso cambiará aspectos claves de un sinnúmero de industrias y las tendencias de consumo a nivel mundial para este año y los siguientes. Tomando como referencia un post reciente de Mckinsey: “el consumidor chino está saliendo de la crisis Covid y se siente orgulloso, seguro y confiado de que su país haya logrado dominar mucho mejor que otros lugares del mundo la pandemia. Y esa confianza se está traduciendo en gasto”.

En este contexto, se está dando una “remodelación” de los patrones de elección de los consumidores, que ya no están principalmente motivados por lo que “todo el mundo” consume o lo que la “comunidad” consume, como ocurría hasta hace un par de años, transitando hacia un consumo centrado en el “individuo”. El consumidor ha dejado de consumir una botella de vino porque al “mundo” le gusta, sino más bien porque a “él o ella” le gusta.

El e-commerce se ha ajustado ágilmente al cambio y ha desarrollado estrategias que ya no apuntan necesariamente a un “público masivo”, dando paso a un comercio “selectivo”. Por ejemplo, la red social china Tik Tok dirige campañas promocionales a personas definidas, con nombre y apellido. De ahí la metamorfosis del consumidor chino. Ahora bien, ninguna de estas tendencias que estamos viendo en este momento en China es enteramente nueva. La diferencia radical que ha ocurrido es que han ido adquiriendo una enorme velocidad e importancia en el último año y medio.

Esto da luces de esperanza frente a un mercado mundial fatigado. Por ello, las preguntas que las exportadoras deberían hacerse durante 2021 debiesen ir en la siguiente línea: ¿cómo invertimos en promoción y encontramos nuevos canales y nichos de mercado online en China? ¿O perpetuaremos las viejas prácticas pre-pandemia? Entender cómo están cambiando las necesidades y preferencias de los consumidores chinos será fundamental para el crecimiento del producto o la marca y lograr de esta manera un crecimiento sostenido a futuro.