DF Conexión a China | Finanzas digitales inclusivas: el modelo chino
NICOLAS IBAIBARRIAGA VP, Partnerships & New Product Dev. | City National Bank, co-founder Fintegram
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NICOLAS IBAIBARRIAGA
China está celebrando una década de la revolución Fintech, iniciada con la masiva adopción y consolidación de plataformas de medios de pago como Wechat Pay y Alipay, que facilitaron la inclusión financiera de millones de usuarios desbancarizados.
¿Qué podemos aprender de esa experiencia?
En los años 2000, los avances del internet, la penetración de los smartphones, el desarrollo del e-commerce y una rápida expansión de una clase media desbancarizada dieron paso a una nueva era digital en China, marcada por la innovación de modelos de plataformas que potenciaron la inclusión a través de productos y servicios financieros que eliminaban las ficciones existentes, reducían las comisiones y ofrecían una experiencia de usuario que rápidamente alcanzó altos índices de adopción. Esta nueva era logró cambiar el mindset hacia una cultura digital con una penetración de smartphones que hoy alcanza un 72%, más de 1.000 millones de usuarios con acceso a internet y una sociedad donde el 83% reporta uso frecuente de pagos móviles para transacciones menores a ¥ 500 ($ 62.000).
“Las Fintech chinas pueden coexistir con la industria financiera tradicional y desarrollar soluciones con foco en finanzas digitales inclusivas”.
Los avances financiero-tecnológicos llegaron a zonas rurales, y con eso, el acceso a educación como pilar social y motor de crecimiento. Es aquí donde la mano invisible del gobierno y su enfoque de innovación abierta juegan un rol crucial, al definir regulaciones que permiten a las Fintech coexistir con la industria financiera tradicional y desarrollar soluciones con foco en finanzas digitales inclusivas. A seis años de la Cumbre G20 realizada en la ciudad de Hangzhou, donde se aprobaron ocho principios y 66 acciones específicas para promover la inclusión financiera a través de tecnología digital, el balance es positivo.
La realidad financiero-tecnológica del gigante asiático hace 10 años no se aleja mucho de lo que vemos hoy en Latinoamérica. Según el Banco Mundial, el 55% de los adultos en la región no están bancarizados y los niveles promedio en materias de educación financiera son similares a los de los países del G20 en 2017. Existe una gran oportunidad de construir un ecosistema financiero inclusivo que promueva el uso de la tecnología para reducir el costo de los servicios financieros y así generar una nueva demanda con acceso universal integrada a las necesidades de la vida real.
El lanzamiento de la Ley FinTech en Chile marca un hito muy relevante hacia la descentralización con nuevos modelos de modelos de negocios, servicios y productos financieros que incentiven el uso de plataformas digitales, facilitando el acceso. El desarrollo de finanzas digitales inclusivas impacta positivamente la eficacia en la asignación de activos financieros de los hogares, mediante la mejora en los niveles de educación financiera en Chile.
El pasado 16 de diciembre el ministro Marcel presidió la primera sesión de la Comisión Asesora para la Inclusión Financiera (CAPIF), un paso importante hacia una estrategia nacional de inclusión financiera para combatir la pobreza, reducir la disparidad de ingresos y eliminar la discriminación socioeconómica.