El año 2012 fue importante para el nuevo modelo de gobierno corporativo en Codelco. La gestión desplegada por Anglo American Sur demostró una alta capacidad de acción internacional, sustentada en el nuevo marco que la fortalece como empresa del Estado y minimiza la intervención política, lo que le permitió desenvolverse con un claro sentido de negocio. El gobierno corporativo se validó, además, por la transición sin inconvenientes ante la salida de su CEO en medio de esta delicada operación.
No son pocos los desafíos que Codelco debe enfrentar para seguir siendo competitiva. El envejecimiento de sus operaciones ha elevado sus costos por sobre el primer cuartil de la industria y aún debe enfrentar negociaciones laborales difíciles intentando reducir o eliminar los bastiones de co-gobierno planteados por algunos sindicatos.
A diferencia de otras mineras, Codelco no puede detener la marcha de sus “proyectos estructurales”, pues, si no se ejecutan, comprometería seriamente su competitividad e incluso su viabilidad. Sin embargo, el contexto actual plantea una exigencia mayor para los grandes proyectos mineros, ya que predominan las alzas de costos, la dificultad en el acceso a insumos claves y crecientes exigencias sociales y ambientales.
Estos desafíos tienen una mejor oportunidad de enfrentarse adecuadamente con la consolidación de su gobierno corporativo. Luego de casi tres años de aplicación cabe destacar los avances alcanzados, especialmente si se compara la experiencia de otras empresas estatales ligadas a los recursos naturales en América Latina que en algún momento parecieron ser modelos a seguir en estructuras corporativas pero que hoy enfrentan horas más bajas, como las brasileñas Vale y Petrobras.
Uno de los puntos fundamentales que requiere perfeccionamiento es el del financiamiento. El plan de expansión de US$ 25.000 millones superará todas las inversiones que se han realizado desde su creación en 1976, lo que refleja también más de dos décadas de subinversión. Codelco el año pasado invirtió un récord de US$ 4.200 millones y planea gastar más de US$ 5.000 millones este año.
Como Codelco entrega gran parte de sus utilidades al Estado, debe recurrir al endeudamiento para financiar su crecimiento, lo que se refleja en un nivel de deuda más alto que el estándar. A pesar de ello, Codelco tiene un rating A en Standard & Poor’s, la segunda mejor entre las grandes mineras, y el rendimiento de los bonos de Codelco ha mostrado una tendencia favorable si se compara con el promedio de compañías de industrias básicas de América Latina y de las mineras globales.
Si bien se ha avanzado en las políticas de financiamiento para Codelco en los últimos años, por cuanto el directorio y el gobierno han apoyado mantener la nota crediticia a un grado de inversión y han permitido niveles récord de reinversión de utilidades, no existe una política de financiamiento a largo plazo, explícita y predecible. Resolver esta falencia constituiría un eslabón más en la consolidación institucional de Codelco como empresa del Estado. En este año electoral, y a la luz de los buenos resultados del gobierno corporativo, un consenso político que profundice los avances de Codelco sería un gran logro para el país.