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Columnistas

Depreciación del peso, ¿culpa de la Fed o de China?

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 21 de marzo de 2014 a las 05:00 hrs.

Hace diez años atrás las exportaciones mineras representaban un 40,5% del total. En 2013 los envíos mineros al exterior fueron un 57,3% de las exportaciones totales. Es decir en la última década, en vez de diversificar nuestras exportaciones, las concentramos aún más. Claramente, la demanda de cobre por parte de China -que produjo un explosivo aumento en su precio-, explica una parte importante del porqué de tan significativo aumento. 
Entonces, los pronósticos sobre la economía chilena pasan por dilucidar qué ocurrirá con la demanda de metal rojo. En general, las fuerzas macro detrás de la demanda por cobre, u otros minerales, pueden ser atribuidas a tres variables claves: la oferta, la demanda y la evolución del dólar.

Por el lado de la demanda, y a pesar de los cambios hacia la baja en los pronósticos de crecimiento económicos de China, lo cierto es que la combinación del aumento en el proceso de industrialización y urbanización, la escasez doméstica de mineral rojo y el cuantioso número de habitantes seguirán siendo la fuerza dominante detrás de la demanda por cobre. Es más, el consumo per cápita de cobre en países como Taiwán o Corea es cercano al doble que el de China. Por otra parte, si confiamos en que la recuperación económica de los países desarrollados seguirá adelante, entonces la caída marginal en la demanda en China podría ser parcialmente compensada por éstos. 
Por el lado de la oferta, el aumento global en los costos de explotación y la menor disponibilidad de fondos para proyectos cupríferos, ha logrado que la cantidad de anuncios de proyectos se ajusten más a la tasa de incremento de los proyectos materializados. En resumen, la posibilidad de expansión de la oferta en el futuro se ha visto seriamente mermada.

Respecto de la evolución del dólar en los mercados financieros, sabemos que los pronósticos son imposibles, pero sí sabemos que cada vez que se deprecia la moneda norteamericana, al menos respecto de sus pares desarrolladas, el resultado es que los precios del cobre, y de la gran mayoría de commodities, aumentan. 
En definitiva, pareciera que las perspectivas para el precio del cobre no serían tan malas, y por ende las perspectivas de crecimiento económico chileno no se verían seriamente afectadas. El problema es que lo relevante para la economía chilena es la brecha existente entre el costo de producción y su precio de venta. Es más, lo que estamos viendo hoy en día con la evolución del peso respecto del dólar, es justamente el cierre de esta brecha que se gatilló con el anuncio del fin de los relajos cuantitativos por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed) en mayo del año pasado. Creo que las ingentes inyecciones de liquidez por parte de la Fed estaban retardando innecesariamente el ajuste en las monedas de varios mercados emergentes, y retrasaban los ajustes económicos en varios países productores de bienes básicos. 
En conclusión, el cobre seguirá siendo importante para nuestra economía, pero sin duda el rápido ascenso en su precio, producto de la demanda china además de los relajos cuantitativos, estaban dañando otros sectores exportadores más intensivos en mano de obra y menos en capital. El ajuste en las expectativas a que nos obligan China y la Fed, pondrán en movimiento otros negocios que antes no eran rentables con un dólar a $ 480.

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