Crisis inmobiliaria en Chile: ¿cuánto podría durar el estancamiento?
JOAQUÍN RHODIUS Director comercial de Betterplan
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JOAQUÍN RHODIUS
Como argentino en Chile, he seguido con interés el mercado inmobiliario. Desde mi llegada, me llamó la atención la rápida escalada de los precios, muchas veces sin información que la justificara. Hoy enfrentamos una crisis que, en mi opinión, se extenderá por al menos otros dos años.
Muchos han hablado de una recuperación rápida y los gurús del sector aseguran que “cuando bajen las tasas de interés” el mercado repuntará. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario. La tasa de interés de corto plazo en Chile ha bajado al 5,5%, similar a EEUU, pero las tasas hipotecarias no han mostrado grandes variaciones.
“La falta de nuevos proyectos y la baja en la oferta de viviendas podrían generar un repunte gradual; pero es importante ser realistas. No volveremos a ver las alzas de precios de los últimos 15 años”.
Según datos del Banco Central, las tasas de los créditos hipotecarios en Chile rondan UF +5,6%, lo que indica que la baja en las tasas de referencia no ha impactado significativamente en el costo de financiamiento a largo plazo. ¿Por qué? Porque el mercado ha sufrido un cambio estructural. El riesgo país de Chile ha aumentado considerablemente, superando los 250 puntos base, cuando históricamente había estado más cerca de los 150. Este aumento no solo encarece el acceso a financiamiento, sino que también refleja una mayor incertidumbre económica y política.
El dicho de Warren Buffett, “solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”, describe lo que estamos viendo hoy. Durante los años de bonanza, muchos actores del mercado se apalancaron en exceso, confiando en que los precios seguirían subiendo indefinidamente. Ahora, con tasas globales elevadas y un contexto más volátil, estamos viendo los efectos de ese alto apalancamiento.
Según el Banco Mundial, las tasas de interés a nivel global han alcanzado niveles máximos desde la crisis financiera de 2008. Este entorno desafiante ha creado una tormenta perfecta para el sector inmobiliario chileno. Estamos frente a una crisis, pero no necesariamente de gran magnitud. El desempleo se mantiene estable en 8,8%, una cifra moderada en comparación con otras economías en crisis. Aunque los precios de las propiedades han caído, la corrección ha sido relativamente suave.
Según la Cámara Chilena de la Construcción, los precios han caído entre 5% y 10% en algunas zonas, aunque muchos propietarios no lo reconozcan. Hoy es probable que el valor de nuestras propiedades sea al menos 10% menor que hace tres años, una corrección significativa, pero lejos de una crisis total.
No espero una recuperación inmediata, pero tampoco creo que estemos ante un colapso. Estamos ante un estancamiento que podría durar unos años más. En este período, la falta de nuevos proyectos y la baja en la oferta de viviendas podrían generar un repunte gradual. No obstante, es importante ser realistas: no volveremos a ver las alzas de precios de los últimos 15 años.
El mercado ha cambiado y quienes esperan una recuperación rápida se están engañando. Como toda crisis, habrá que esperar para ver cómo se desarrolla, pero estamos ante un ajuste necesario. Si este estancamiento se mantiene sin profundizarse, es probable que el mercado repunte lentamente. Aquellos que aún esperan los niveles de rentabilidad pasados probablemente se quedarán esperando.