¿Cómo cuidar la imagen y reputación?

Claudia Faure

Los escándalos financieros y las malas prácticas empresariales están, lamentablemente, de moda. Gracias a los distintos casos mediáticos se ha escuchado hablar del riesgo reputacional, tema que hasta hace algunos años no estaba en la agenda de nadie. Sin embargo, desde la prensa se aborda fundamentalmente desde la perspectiva del escándalo de las prácticas financieras, sin abordar el tema de fondo: cómo prevenir, y qué hacer luego de descubrir esas vulnerabilidades.

Opinamos que cuidar la reputación es también revisar el comportamiento de las personas, lo que hacen en las empresas, los valores que guían esos comportamientos y de la cultura que da forma a las prácticas organizacionales, modelado a través de premios y castigos.

¿Qué hace que se comporten de una u otra manera? ¿Qué motiva la conducta? Las compensaciones juegan un rol, la cultura, el liderazgo, los valores y el trato, hacen que sean muy relevantes. Respecto de las compensaciones, es fácil observar cuándo están bien diseñadas, estimulan y reman hacia el logro de objetivos estratégicos; en cambio, si el diseño es equivocado, aparecen prácticas que atentan con el marco valórico compartido y con lo declarado por la organización.

Los incentivos hacen que las prácticas se perpetúen, y como la mayoría buscamos que nos llegue un bono, hacemos lo que tenemos que hacer para obtenerlo.

La historia también es una variable a observar: ¿A quién se ha ascendido en el pasado? ¿Quién se ha ganado los premios? ¿Qué hace en su trabajo y en la relación con los demás? ¿Cómo se mueve políticamente? ¿Qué medidas se han tomado en situaciones difíciles en la empresa? ¿Cómo se han resuelto los problemas? ¿Cuáles son las consecuencias? Para predecir el comportamiento futuro en muchas ocasiones basta con mirar al pasado. Otro elemento fundamental que es relevante es el liderazgo ¿Cómo es el gerente general o cómo son las personas que ocupan posiciones de poder? Necesitamos líderes íntegros, que tomen decisiones difíciles sin dejarse tentar por pertenecer a determinadas ligas o por ganar ciertos bonos. Que se atrevan a mirar las cosas y discernir.

En síntesis, consideramos que cuidar la reputación y contener los riesgos implica tener una mirada holística: exige la revisión de procesos, del alineamiento con los valores organizacionales, de la coherencia en los subsistemas de RRHH, líderes íntegros y sistemas de recompensas idóneos.