Columnistas

Ciencia, tecnología e innovación para un Chile desarrollado

  • T+
  • T-

Compartir

En el año de la innovación vale la pena preguntarse sobre el verdadero significado y valor para Chile de este concepto. En esta columna me quiero referir a un aspecto particular de la innovación que tiene directa relación con los grandes desafíos del país: ciencia y tecnología.

Chile ha mostrado un sólido crecimiento en los últimos 30 años y todos los indicadores objetivos nos muestran que somos un país mucho más desarrollado. Pero aparecen grandes incógnitas para el futuro, por ejemplo, cómo seguiremos aumentando nuestra productividad, cómo nos hacemos menos dependientes de los recursos naturales no renovables, cómo podemos desarrollar nuevos puestos de trabajo con mejores salarios; en definitiva, cómo damos el próximo salto.

La ciencia y la tecnología son, en mi opinión, el elemento central de estas preguntas. Chile invierte menos del 0,5% de su PIB en investigación y desarrollo, siendo más del 80% de este monto financiado por el Estado. El mundo privado costea muy poco, lo que refleja la poca importancia que este tema tiene hoy día. Estos números están muy lejos de los que debe ser si queremos ser un país desarrollado. No sólo en cantidad, sino que en calidad.

Si tomamos a la minería como ejemplo, con orgullo podemos decir que Chile es un país minero de clase mundial. Sin embargo, el progreso tecnológico asociado a esta industria no se da al mismo nivel. ¿No debería Chile ser un actor relevante en el desarrollo y exportación de nueva tecnología y de nuevas soluciones a problemas de la minería? ¿No debería ser Chile un centro de estudio y formación de capital humano en estos temas? En el país desarrollado que soñamos, la respuesta es positiva.

Para lograr esto debemos ir a la base de nuestra ciencia y tecnología, la que está en nuestro sistema de educación. Para esto, debemos repensar nuestras instituciones, remover nuestros paradigmas, priorizar el uso de los recursos, vincular y activar las redes.

Los desafíos son muchos y creo que hemos dado buenos pasos iniciales en esta dirección, sin embargo parece ser que ya llegó la hora de abordar esto de una manera prioritaria, entendiendo que debe ser parte central de nuestra discusión sobre los caminos al desarrollo. Hace un tiempo una importante comisión preparó una propuesta de una nueva institucionalidad para Chile en este ámbito, lo que me parece muy interesante. Sin embargo, de un trabajo como éste se espera que sea el puntapié inicial para un debate nacional, cosa que lamentablemente no pasó. Esto se relaciona con la incapacidad que tienen muchas veces los países de abordar los temas relevantes. Que nos pase esto en ciencia, tecnología e innovación, me parece de la máxima gravedad.

Si no somos capaces de avanzar en la dirección de la ciencia y tecnología bajo la lógica de producir innovación de clase mundial, transformando a la economía chilena en una basada en el conocimiento, es difícil imaginar entonces cómo llegaremos a ser un país desarrollado de verdad, sobre todo considerando que el desarrollo es mucho más que un PIB per cápita.

Lo más leído