Columnistas

China ensaya impuesto sobre la propiedad en busca de “prosperidad común”

Edward White y Thomas Hale © 2021 The Financial Times Ltd.

Por: Edward White y Thomas Hale | Publicado: Martes 26 de octubre de 2021 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Edward White y Thomas Hale

China ha ampliado los ensayos de un impuesto sobre la propiedad, una decisión que producirá un enfrentamiento entre el presidente Xi Jinping y los intereses creados muy arraigados en una economía alimentada durante décadas por el desarrollo inmobiliario. No se dieron a conocer las ubicaciones, pero se excluirán los hogares rurales.

La reforma amenaza con ser mucho más difícil de implementar y afectará a un mayor número de personas que la ofensiva regulatoria que se ha lanzado en el último año en la segunda economía del mundo. Un impuesto sobre la propiedad podría alterar el modelo económico de China, ya que redefiniría los flujos de ingresos del gobierno — desde la venta de tierras hasta los impuestos — y desalentaría la especulación inmobiliaria.

Imagen foto_00000001

En agosto, Xi les dio instrucciones en privado a los planificadores económicos para que siguieran adelante con el desarrollo de un impuesto sobre la propiedad, el siguiente paso de sus reformas más amplias de "prosperidad común", que pretenden redistribuir la riqueza y "regular los ingresos excesivamente altos".

Pero las propuestas han provocado preocupaciones entre algunos chinos comunes, cuyos ahorros están ligados al valor de las propiedades que poseen. Otros temen que sea demasiado arriesgado y que pueda provocar una crisis del mercado inmobiliario.

¿Cómo funcionaría un impuesto sobre la propiedad?

Las propuestas de introducir un impuesto sobre la propiedad se han debatido durante casi 20 años. El impuesto está concebido como una tasa anual sobre la propiedad de la vivienda y los gobiernos locales lo fijarían y recaudarían.

Muchos especialistas en fiscalidad y economistas creen que también ayudará a los gobiernos locales a desprenderse de su dependencia crónica de la venta y el arrendamiento de terrenos públicos a los promotores. Esta relación ha contribuido a la especulación inmobiliaria generalizada y ha hecho subir los precios del suelo y de la vivienda en un ciclo que muchos expertos consideran insostenible.

El impuesto, y la consiguiente presión sobre los precios, también podrían contribuir a reducir el atractivo de la inversión inmobiliaria, reorientando el capital privado hacia sectores como las exportaciones de alta tecnología y los servicios que impulsan el consumo interno, según sus defensores.

¿Qué obstáculos se interponen?

Muchos creen que los esfuerzos previos para gravar las propiedades residenciales fracasaron debido a la resistencia de las élites ricas y con conexiones políticas, especialmente en ciudades como Beijing, Guangzhou, Shenzhen y Hangzhou, así como de los funcionarios de los gobiernos locales de todo el país.

Algunos expertos dicen que un problema potencialmente mayor para los dirigentes chinos es el temor a la inestabilidad que podría provocar una caída del mercado. El sector inmobiliario chino ha sido puesto en el foco de la atención mundial por la situación de Evergrande, el promotor inmobiliario más endeudado del mundo, con pasivos por valor de US$300 mil millones.

Los datos oficiales publicados esta semana muestran el primer descenso intermensual de los precios de las viviendas nuevas en 70 de las mayores ciudades de China en más de seis años, lo cual indica que la desaceleración ya se está reflejando en el mercado inmobiliario. La opinión consensuada es que los ensayos en Shanghái y Chongqing, en marcha desde 2011, se ampliarán gradualmente, empezando por las ciudades más ricas.

Lo más leído