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Chile requiere mejor artillería monetaria

Alfredo Coutiño Director para América Latina en Moody’s Analytics

Por: Alfredo Coutiño | Publicado: Viernes 24 de julio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Alfredo Coutiño

El Banco Central de Chile (BC) ha llevado las condiciones monetarias a terreno ultra expansivo, pero el espacio monetario está muy cerca de agotarse. La tasa de interés de política monetaria ha caído a su mínimo de diez años, hasta un nivel cercano a cero a medida que la inflación se ha desacelerado y la economía se hunde en recesión. El país ha sido golpeado fuertemente por la epidemia del coronavirus obligando a muchos negocios a permanecer cerrados.

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Dado el creciente riesgo de una recesión mucho más profunda, las autoridades monetarias han llevado a cabo recortes adicionales de la tasa de interés durante el año con el fin de darle cierto alivio a la demanda interna. La tasa de política ha sido recortada en 125 puntos base en el año para quedar estacionada en 0.50%, cayendo desde 1.75% en diciembre pasado. La tasa de interés fue recortada en la misma magnitud el año pasado, desde un nivel de 3% al inicio del 2019. Actualmente, las condiciones monetarias están situadas en terreno ultra expansivo, con una tasa de política manteniendo el mismo nivel que tuvo durante la recesión de 2009.

Ante ello, el Banco Central enfrenta una fuerte limitación en su espacio monetario. Así, para evitar poner el nivel de la tasa de política en cero, el instituto emisor ha echado mano de algunas medidas no convencionales para proveer liquidez al sistema financiero, con la idea de darle cierto alivio a empresas y consumidores. Sin embargo, dado el inminente riesgo de impagos y quiebras, la liquidez adicional podría no llegar al usuario final. Bajo estas circunstancias, una opción podría ser un estímulo fiscal adicional para ayudar a la economía y aliviar de alguna manera el deterioro del bienestar social, aunque esto conlleva el riesgo de un creciente endeudamiento.

La persistente volatilidad financiera y cambiaria puede revertir la inflación, limitando con ello el manejo monetario. Desafortunadamente, el BC se enfrenta a la restricción que le impone su propio mandato monetario uni-objetivo: por ley, debe preservar la estabilidad de precios. Por lo tanto, la política monetaria debe centrase en mantener una inflación baja y estable, de ahí que el banco emisor no pueda usar la expansión de su hoja de balance (emisión primaria de dinero) para recomprar bonos gubernamentales y corporativos directamente en el mercado.

Este problema se resuelve fácilmente si las autoridades chilenas adoptan un mandato monetario dual: cuidar la inflación y promover el crecimiento. Recientemente ha habido cierta discusión acerca de la conveniencia de implementar un mecanismo de alivio temporal para el mandato monetario que le permita al BC comprar bonos durante épocas de crisis. Sin embargo, la mejor opción está en un mandato dual permanente.

Desafortunadamente, en América Latina el mandato monetario dual ha sido satanizado bajo el argumento de que constituye un riesgo para la independencia monetaria. Sin embargo, dentro de los bancos centrales genuinamente independientes, no existe evidencia empírica de pérdida de independencia como resultado de la adopción de un mandato monetario dual.

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