Columnistas
Cartas al Director
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Impuesto al carbón
Señor Director:
El 98% de los científicos del mundo reconoce hoy que la quema de combustibles fósiles es la causa principal del calentamiento global y que esto es, por lejos, el mayor problema que haya enfrentado jamás la humanidad.La dificultad del problema no es encontrar su solución, ya que ésta obviamente pasa por terminar con nuestra adicción a los combustibles fósiles. La dificultad radica en que todos somos adictos.Mientras los combustibles fósiles sean baratos siempre habrá quien los queme para obtener energía, de manera que la única forma de terminar con su extracción y uso es hacerlos progresivamente más caros hasta que sean antieconómicos. La solución que ha auspiciado la ONU hasta el momento se basa en difíciles promesas de reducción de emisiones de gases efecto invernadero por parte de los diferentes países, las que junto al comercio de certificados de reducción de emisiones de dudosa procedencia (bonos de carbono) ha fallado dramáticamente en lograr la inercia y volumen que se necesita a nivel mundial para combatir el problema y ahora, que se le acaba el tiempo a la humanidad para reaccionar, se hace necesario aplicar con urgencia la receta simple y lógica, que la ONU debió haber auspiciado desde un principio. Esto es, un castigo económico progresivo a los combustibles fósiles que compense el daño que su combustión causa a nuestra atmósfera común y que se realice mediante la aplicación de un impuesto al contenido de carbono de estos combustibles, con un reparto posterior e inmediato, de todo lo obtenido en partes iguales directamente a los perjudicados por el daño causado, que somos todos y cada uno de los habitantes de cada economía.Esta solución no traerá inflación, puesto que los estados sólo transfieren todo lo recaudado a los mismos habitantes dentro de sus respectivas economías, pero tampoco es gratis, ya que encarecerá muchos de los bienes y servicios en todas las economías y hará disminuir el crecimiento mundial entre un 1% y 2% anual, hasta que se logre la completa descarbonización del planeta.Sin embargo, el costo de no tomar la decisión correcta y a tiempo, es catastrófico e infinitamente mayor para la humanidad.
Andrés J. Forno
OCDE y patentes
Señor Director:
Acaba de cumplirse un año desde que Chile ingresó oficialmente a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).Uno de nuestros talones de Aquiles cuando ingresamos a dicha asociación, fue justamente el insuficiente respeto a la propiedad intelectual y el déficit en innovación y desarrollo tecnológico, reflejado, entre otras cosas, en el escasísimo patentamiento de invenciones nacionales, elemento esencial en la medición del aprovechamiento real del conocimiento. Llama la atención, que a un año de que ingresar a la OCDE, los avances en este tema hayan sido escasos o se encuentren prácticamente detenidos. Como dijo recientemente Fernando Flores, Presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, para progresar necesitamos exportar talento, tenemos que innovar y que las creaciones estén adecuadamente protegidas.Se echa de menos una buena política impulsada por el Estado, que respalde e incentive el patentamiento de chilenos. No se necesitan medidas tenues de apoyo a la innovación, sino una política permanente, robusta y coherente, manejada por quienes comprenden a cabalidad la materia y su importancia, lo que todavía no sucede en el país. Debemos entrar en el círculo virtuoso de la innovación. Es necesario dar una señal concreta a quienes conciben un invento, en el sentido de que tendrán el respaldo para obtener una patente y la correspondiente exclusividad, para que esta persona se motive a seguir inventando y contribuyendo al desarrollo tecnológico. Países que han crecido en forma explosiva como Corea del Sur y China lo han hecho y nosotros también podemos lograrlo.
Sergio Amenábar V.
Socio Estudio Federico Villaseca
Torniquete reguleque
Señor Director:
Sugiero llamar a concurso público para diseñar una puerta que reemplace al fácilmente soslayable torniquete de las micros del Transantiago. Estoy seguro que los taxpayers financiarán felices un jugoso premio.
Gabriel Guiloff
Sin explicaciones
Señor Director:
Con respecto al aterrizaje del presidente, creo que el Sr. Sebastián Piñera no tiene que dar explicaciones. Si sintió ganas de bajar a saludar a algunos chilenos residentes en la zona terremoteada, él es presidente de todos los chilenos. Lo que nadie entiende es que teniendo el Sr. presidente una experiencia y una capacidad estratégica ya demostrada, es muy poco creíble que hayan tenido problemas de combustible. La intención era saludar y él como presidente de Chile tiene todo el derecho de hacerlo cuando quiera y donde quiera.
Pedro Pablo Molina Wood