Los viajes en avión y en buses interurbanos son altamente concentrados en Chile. En cuanto a aerolíneas, LAN es empresa dominante en nuestro país. Lo mismo en el caso de los buses: los líderes han ido adquiriendo empresas más pequeñas, por lo que han aumentado su participación de mercado. Tur Bus y Pullman-Bus representan alrededor de 50% y 20% de los pasajes, respectivamente, lo que determina su comportamiento de carácter duopólico, ya que pese a existir más empresas, éstas no influyen significativamente en los precios de mercado, excepto entre algunas ciudades.
Ambas compañías ejercen una posición dominante en el mercado, especialmente Tur Bus, por lo que siempre ha estado bajo la mirada de la Fiscalía Nacional Económica, para precaver prácticas monopólicas como elevar las barreras a la entrada, precios predatorios y otras, incluso siendo declarados culpables de esas prácticas en casos presentados al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
El alza de precios no representa necesariamente una conducta monopólica ni un abuso a los consumidores. En un mercado con una cantidad total de oferta, que en este caso son asientos ofrecidos, que no puede crecer, el cambio en el valor de los pasajes depende de las condiciones de la demanda. En estos sectores, como en viajes aéreos y hoteles, hace tiempo se utilizan complejos programas computacionales para determinar precios según el perfil del pasajero y la demanda. De esa forma, se obtienen valores diferentes según el día, la hora, longitud del viaje o la edad del pasajero.
Si comparamos los precios de pasajes en bus entre distintas ciudades para los días del próximo 18 de septiembre, notamos que, respecto a un fin de semana “normal”, aumentan entre un 20% a un 150%, según la clase de servicio y el trayecto. Nuestro análisis indica que eso, más que otras razones, responde a un aumento muy importante de la demanda. Por supuesto, un economista trata de hacer análisis económico, sin pretender que ése sea el único punto de vista ni el que deba predominar. Desarrollemos nuestra perspectiva y conclusiones.
En las Fiestas Patrias, al igual que en Navidad, Año Nuevo, Semana Santa, Vacaciones de Invierno y otros fines de semana largos, muchos desean viajar y comprar pasajes en bus. En ese escenario, la demanda se desplaza hacia arriba en forma muy fuerte. La mejor demostración es que con los mayores precios es casi imposible comprar pasajes los días preferidos para viajar, porque ellos se agotan.
Si no hubiera alzas, porque por ejemplo se produce una fijación de precios, como muchos propugnan, seguramente tendríamos más mercado negro de boletos y más buses “pirata”. Lo mismo es válido para otros productos y servicios, como entradas a conciertos, hoteles en períodos de festivales, entre otros.
Este planteamiento es muy impopular y políticamente incorrecto, ya que quienes viajan habitualmente y para las personas con menor poder adquisitivo eso puede ser injusto, pero ello más bien es un reflejo de ingresos bajos o de falta de anticipación en la compra y no de un mercado que funcione mal o de abuso de los empresarios. En otras situaciones, en el mismo sector, se han dado comportamientos abusivos, pero éste no parece ser el caso.