Acuerdo de impuesto mínimo global
ÁLVARO PÉREZ HERNÁNDEZ Socio Recabarren & Asociados
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ÁLVARO PÉREZ HERNÁNDEZ
Un total de 136 países acordaron un impuesto mínimo global del 15%, así como un sistema más justo de gravar los beneficios allí donde se ganen. Esta medida surge para evitar que las compañías multinacionales eventualmente redireccionen sus beneficios a lugares donde los impuestos son menores.
Este cambio se desarrolla a través de la instauración de dos pilares: el primero fija el volumen del beneficio residual de las empresas medido en función de la facturación y rentabilidad de las empresas y, el segundo, fija el impuesto en 15%.
Lo positivo de este anuncio es que, en teoría, el sistema impositivo internacional se estaría ajustando a una economía mundial digitalizada y globalizada. También, se limitaría la "carrera a la baja" de los impuestos y las empresas comenzarán a declarar y pagar sus impuestos en los países donde venden sus productos o servicios o tiene su negocio real, y no en el lugar donde declaran sus ganancias.
No obstante, también hay dudas sobre su implementación. De la misma manera que la competencia de mercado entre empresas promueve la eficiencia, la competencia tributaria genera beneficios favorables a la actividad de los países. Sobre este punto, estados con menos estabilidad política, jurídica y económica seguirán siendo menos atractivos para las multinacionales y con algún riesgo de que algunos gobiernos jueguen con sus propias reglas generando "ofertones in house" o subsidios particulares, para quienes deseen instalarse en su país . Pese a que hay países como Irlanda que deberán ajustar su tributación local y elevarla a este 15%, según diversos estudios, no se generará el efecto recaudatorio esperado por el panel de Naciones Unidas sobre responsabilidad Financiera, Transparencia e Integridad.
Y ¿Qué pasa en Chile? Este cambio implicará reformular varias normas de tributación internacional, revisar el efecto de los Tratados para evitar la Doble Imposición suscritos por Chile y al mismo tiempo reevaluar el IVA a los servicios digitales instaurado en nuestro país desde el 2020, lo que eventualmente podría afectar la recaudación futura esperada. A su vez, de acuerdo con el primer pilar, Chile tendría la facultad de cobrar una parte de los impuestos que las multinacionales generan en el país por su actividad, por lo que se viene un análisis fuerte para los equipos de Estudios de Precios de Transferencia.
No obstante, las empresas evaluarán el radicarse en los países que ofrezcan mejores condiciones globales para su inversión y buscarán evitar la doble tributación internacional de sus ingresos.
El Acuerdo Mínimo Global, que podría ser una oportunidad para nuestro país, hoy está lejos de serlo si no somos capaces de dar certeza jurídica, señales de seguridad y estabilidad económica a los inversionistas, que buscan mercados sólidos, seguros y con proyección para desarrollar sus negocios. Señores candidatos, este es otro punto para tener en cuenta en sus programas de gobierno, siempre pensando en armonizar sus propuestas tributarias a los cambios que a nivel mundial se están impulsando en temas de impuestos.