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Alto contrasteLa (extrañamente) escuálida agenda laboral
Señora Directora:
Desde la llegada de la nueva administración, la agenda laboral, que, se suponía sería robusta, hoy se ve bastante escuálida. Sólo hay anuncios, sin que hasta ahora se presenten propuestas de mejoras reales a las condiciones de trabajo de los trabajadores del país.
Al parecer se espera el resultado del plebiscito de septiembre para ver si es posible impulsar iniciativas como la negociación ramal, la desregularización de la huelga y la participación de los sindicatos en la administración de las empresas.
Ante un escenario económico en que la inversión es baja, las nuevas plazas son casi inexistente y se produce una acelerada modernización de los empleos, llama la atención la pasividad del Ministerio del Trabajo en generar incentivos claros y duraderos para generar empleos de calidad y bajo estándares del trabajo decente.
Las necesidades económicas de estabilidad y formalidad de los trabajadores no pueden esperar hasta septiembre o hasta que, en el evento que gane el Apruebo, se implementen paulatinamente por leyes sin ningún límite muy definido, pues las cuentas se pagan mes a mes, y la angustia y la frustración por un buen trabajo no distingue entre un apruebo o un rechazo.
Sergio Morales Cruz
Abogado
