Cartas

Javier Milei y el anarcocapitalismo

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Señor Director:

Milei ha expresado en repetidas ocasiones “soy anarcocapitalista filosóficamente y minarquista en la práctica”. ¿Son estas ideas incompatibles?

El libertarismo defiende la libertad individual, la limitación del poder del Estado, así como la igualdad ante la Ley. Estos medios facilitan el emprendimiento y el ahorro, dos elementos clave para el crecimiento económico y el desarrollo. Por un lado, el anarcocapitalismo apoya la propiedad o la copropiedad privada de los medios de producción y la libertad de gestionarlos en una economía de mercado, sin interferencia del Estado o de grupos no estatales. Por otro lado, el minarquismo propone que el tamaño y la injerencia del Estado en una sociedad deben ser mínimos.

El economista Randall Holcombe explica que el Estado es innecesario, pero inevitable. El origen del Estado se remonta a la “conquista, sumisión y asistencia”. Su tesis es que, si aboliéramos el Estado, surgirían grupos mafiosos competidores que, en última instancia, terminarían con el surgimiento de un nuevo Estado. Así, los ideales del anarcocapitalismo, aunque deseables, están restringidos por la realidad.

La historia de Argentina ilustra cómo el socialismo puede empobrecer a un país rico y Milei ofrece un cambio minarquista: construir democráticamente un entorno institucional favorable al emprendimiento y al ahorro. Del dicho al hecho es otra cuestión. Tomar a Milei en serio significa estudiar sus escritos y su programa de gobierno, no adjudicarle erróneamente las opiniones de otros autores.

Victor I. Espinosa

Académico Faro UDD

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