Señora Directora:
Más allá de los impactos económicos y sociales que puede generar en la Región de Magallanes y en el país el cierre definitivo de Mina Invierno, este caso releva una vez más que el gran desafío que tiene la industria minera: seguir evolucionando en obtener y mantener la "licencia social", de modo que le permita desarrollar y mantener los proyectos de inversión.
Y aunque la mayoría de las compañías han avanzado en esta dirección, aún se aprecian algunas brechas. Según una encuesta desarrollada por Vantaz y Minería Chilena, mejorar la relación con las comunidades aparece en el tercer lugar de importancia dentro de los retos del sector para los próximos años, por debajo de temas como realizar mayor inversión en tecnología e innovación para mejorar la productividad y contar con capital humano con las competencias necesarias.
Sin duda estos desafíos son relevantes, pero ninguno de ellos se puede abordar si las iniciativas no cuentan con las aprobaciones, no solo regulatorias, sino del entorno en el cual se establecerán. Hoy las empresas, más que nunca, son actores sociales y como tal deben preocuparse de aportar de modo claro al desarrollo de su entorno.
Juan Cariamo Z.
Socio Vantaz Group