Señor Director:
En relación a la columna del señor Paul Fontaine respecto de la postulación de la empresa Chilecar al programa de Zonas Especiales de Corfo Biobío, me gustaría precisar: 1. Los recursos son limitados. Como bien explica el mismo director ejecutivo de SWB en su columna, en Corfo estos son asignados a través de comités que buscan privilegiar proyectos que tengan algún impacto de tipo incremental, es decir, que promuevan nuevas inversiones y nuevos empleos en la región.
2. Es importante destacar que estos subsidios son otorgados a través de un proceso de asignación competitiva y que, por lo tanto, el resultado no está siempre asegurado.
3. Por último me gustaría resaltar las iniciativas de Corfo en la región, en que hemos aprobado 80 proyectos de inversión, a través del Programa de Activos Fijos Zonas Especiales, que permitirán la generación de 958 puestos de trabajo, estos proyectos suman una inversión total de $10.454 millones, de los cuales más de $1.900 millones fueron aportados por Corfo.
Asimismo, en Corfo Biobío hemos realizado 1.905 operaciones de crédito con garantía Corfo por un monto de $39.195 millones, de los cuales $21.356 millones fueron garantizados por Corfo.
Felipe Sánchez
Director Regional de Corfo en Biobío
Señor Director:
El viernes 19 de agosto, Diario Financiero publicó un reportaje llamado “La Batalla por un parque marino en Isla de Pascua”. Junto con agradecer la cobertura del extenso trabajo que Oceana está desarrollando en esta zona, discrepamos del enfoque que se le dio a la nota.
Se coloca a Oceana y a Pew Charitable Trusts en un supuesto escenario de batalla o disputa y en una carrera por lograr primero un parque marino en Isla de Pascua. Esto no es efectivo.
Lo único que nos anima es promover, en conjunto con el pueblo Rapa Nui, medidas efectivas para la conservación de sus ecosistemas y la recuperación de los recursos pesqueros para los habitantes de la isla. Para tal efecto, desde hace un año y medio Oceana ha trabajado en forma continua en Salas y Gómez e Isla de Pascua, desarrollando los proyectos mencionados en el artículo. Hemos forjado una estrecha relación con su pueblo, a quienes reconocemos plenamente el derecho de decidir sobre el uso que le dan a sus recursos marinos y las medidas para protegerlos.
Alex Muñoz
Director Ejecutivo OCEANA
Señor Director:
El lunes 15 de agosto de 2011 se conmemoró el cuadragésimo aniversario del término del Gold standard, es decir, el fin de la convertibilidad del dólar estadounidense en oro, a la tasa de cambio fija de US$ 35 la onza. Con esta medida, el ex presidente Richard Nixon dio por terminado con el Sistema de Bretton Woods, el cual fue implementado después de la Segunda Guerra Mundial. A partir de ese 15 de agosto de 1971, el precio de las paridades cambiarias y del oro, es determinado por el mercado, lo que implicó una revolución en el mundo de la economía, finanzas e inversiones, de los países del Hemisferio Occidental.
Hay que señalar que los estadounidenses tenían prohibido mantener este metal precioso, por la Orden Ejecutiva 6.102, firmada por el ex presidente Franklin D. Roosevelt, el 5 de abril de 1933. El oro debía ser vendido a la Reserva Federal, a la tasa de cambio fija de US$ 20,67 la onza o de lo contrario, sufrir una pena pecuniaria de US$ 10.000 y/o de 10 años de cárcel.
Fue el ex presidente Gerald Ford, el 31 de diciembre de 1974, quien restituyó a los estadounidenses el derecho a mantener este metal precioso. Esta decisión fue necesaria porque ese mismo día, el Congreso de Estados Unidos otorgó a los estadounidenses el derecho para comprar oro.
Todo lo anterior es historia, pero el presente de este metal precioso es muy prometedor y resplandeciente. El futuro inmediato lo es aún más, en especial para los próximos tres años y existen altas probabilidades que logre precios históricos de US$ 2.100, US$ 2.500 y US$ 3.000 la onza, en 2012.
Juan Eduardo Morales Veas
Chairman & C.E.O. MoneyGreedandFear.com