Impuestos "inocuos"
Señor Director:
Cuando leo noticias sobre el porcentaje de bienes raíces que paga impuesto territorial y la reciente encuesta sobre la percepción de los chilenos respecto a los impuestos, recuerdo que normalmente se dice -como algo positivo- que algunos impuestos no son perjudiciales debido a que "sólo" afectan a un porcentaje menor de la población. Por esta razón, no importaría subirlos, porque la mayoría no los paga. Esta idea, muy difundida, trae consigo tres problemas a mi entender.
El primero es que la mayoría de la población que no paga o cree no pagar dichos impuestos no siente ninguna relación entre los beneficios y los costos derivados del pago de impuestos. Siempre es bueno que las personas tengamos conciencia de que los derechos y beneficios tienen una correlación en deberes y sacrificios. Es por esto que creo que si se hiciera una consulta sobre subir impuestos, esta mayoría no tendría problemas en el alza indiscriminada de ellos.
El segundo problema es que todo el peso del financiamiento del Estado (con sus inefables y mayúsculas ineficiencias) recae en una minoría de la población, sea ésta privilegiada o no. Así, el nivel de impuestos llega a este grupo a niveles cercanos a lo expropiatorio.
El tercer problema que veo es que la minoría sobre la cual recaen los impuestos está constituida mayoritariamente por la gente más productiva del país. Estas personas posíblemente sean las mejor preparadas en sus respectivas profesiones, los más hábiles en sus oficios o emprendedores con habilidades tan escasas en la población general como las de un futbolista de elite entre todos los futbolistas. Inhibir a este grupo es apagar el motor que hace avanzar a un país y es desconocer el hecho de que esta minoría de la población no está compuesta de estafermos esperando el próximo golpe impositivo.
Raúl Benaprés Williamson
Crisis versus bajo crecimiento
Señor Director:
En la crisis económica en Chile de 1982 el desempleo llegó a casi a 30% a pesar del Pem y Pojh; el PIB bajó casi un 15% ese año y 2% el 83 y solo 5 años después se recuperaron los niveles de actividad previos a la crisis. El desempleo fue persistente y mucha gente lo pasó muy mal; quebraron muchas empresas y los bancos cambiaron de manos en una época de las más duras que ha tenido Chile. Después vino la crisis Asiática, recordada por la miopía de las autoridades económicas de la época. Hubo crisis de las punto.com, el tequilazo, el 11S y en 2008 la crisis mundial provocada por el manejo de las hipotecas en EEUU que generó recesión en la mayoría de los países en el mundo y de la cual aún no existe plena recuperación, al menos en EEUU y Europa. En Chile esa crisis provocó una caída del producto de casi 1% a pesar del gran esfuerzo fiscal.
Recesión es una definición técnica que implica dos trimestres de crecimiento negativo y hoy, con un crecimiento cercano al 2%, la gente habla de crisis, influenciados por medios que repiten a diario la mala situación de nuestra economía mediante la entrega de datos y valores erróneos u otros fuera de contexto que no tienen ningún sentido, pero que pueden anclar en la opinión publica una situación pésima, modelando con ello las decisiones de los agentes económicos.
Sin considerar los pésimos pronósticos realizados en el último tiempo, por economistas avezados y otros amateurs, se insiste en proyectar la economía para 2 o 3 años generando una baja en las proyecciones de mediano y largo plazo que más bien parece un juego donde apuestan algo que claramente no es su prestigio. Este asunto no es menor y acarrea múltiples implicancias. Una de estas es el efecto anclaje. La información que promueve esta fijación cognitiva puede ser verdadera o no, o incompleta, pero funciona como un ancla que configura las decisiones.
Hasta ahora lo que tenemos es una baja en la inversión y el consumo. Con ello un menor crecimiento, que en 2014 no superará el 2%. Los pronósticos establecen años con crecimientos del 3% al 3,5% y un potencial superior al 4%. No creo que Arenas y Céspedes estén haciendo un gran trabajo pero es claro que no hay una "crisis económica" y es responsabilidad de las autoridades mandar los mensajes correctos para no anclar en los agentes la mala idea que algunos tienen respecto a la economía local.
Jorge Condeza Neuber, Ingeniero Comercial, Concepción