Cartas

Cartas a la Directora

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Corrupción y autocomplacencia

Señora Directora:

Resulta curioso que cada vez que en nuestro país se habla de corrupción, políticos y autoridades se encojan de hombros y se refieran a ésta como un problema importante, pero menor comparado con otros países.

Se repite de manera más o menos automática que Chile está muy lejos de lo que ocurre en Perú, Brasil o Argentina, donde presidentes, grandes empresarios y autoridades han ido a la cárcel o dejado sus cargos para enfrentar procesos judiciales en medio de escándalos relacionados con faltas a la probidad.

¿Es que en Chile las sanciones asociadas a la corrupción son leves en comparación a otros países? Para algunos pareciera que la corrupción es buen negocio y que vale la pena correr el riesgo, porque en la improbable situación de ser descubiertos, las consecuencias no son tan graves.

Es ingenuo pensar que frente al mal ejemplo que han dado quienes están en las altas esferas, los colaboradores de menor jerarquía se mantendrán inmunes y no seguirán los pasos de sus líderes, renunciando a su porción de la torta. Todo lo contrario.

Cristian Duarte
TRANSEARCH Chile

Posnatal: oportunidad para avanzar en paridad

Señora Directora:

Al cumplirse el séptimo aniversario de la nueva ley de posnatal, cabe preguntarse por qué sólo el 0,2% de quienes han tramitado su licencia han sido hombres, siendo que tenemos una ley que permite traspasar al menos 12 semanas al papá para el cuidado del hijo recién nacido. Hablamos de un fenómeno sistémico y cultural.

La mayoría de las políticas públicas de conciliación familiar tiene a mujeres como beneficiarias. Eso perpetúa la idea de que el cuidado de los hijos es responsabilidad principal de las mujeres. A eso se suma una cultura machista. En Chile es mal visto que un hombre pida permiso para llevar a sus hijos a vacunarse, que negocie una jornada flexible para hacer turnos. Nadie contrata un hombre y piensa que tiene que dar pre y posnatal, a nadie le importa si está en edad fértil o no.

Avanzar en paridad requiere coraje, convicción y disposición a mostrar con el ejemplo. Que el primer hombre que diga que será papá, se le pregunte cuántas semanas de posnatal se tomará. Para cumplir con la ley, no es necesario más.

Pero las empresas pueden ir mucho más allá de lo mínimo legal exigible, y tienen una oportunidad para marcar una diferencia, darles una señal a sus empleados de que sí importan y no sólo por lo que producen, sino por lo que significan.

Netflix ya lo hizo, y anunció que ofrecerá a sus empleados que han sido padres hasta un año de licencia pagada por este concepto, sin distinciones de género. ¿Estaremos dispuestos a dar también ese salto?

Carolina Yachán
Consultora en CLA Consulting

Chile, ¿país desarrollado?

Señora Directora:

Preocupan los resultados obtenidos por nuestro país en el estudio “Perfil de Innovación en Empresas Latinoamericanas”, publicado recientemente por su diario. En dicho ranking, Chile figura en los últimos lugares, atribuible básicamente a un conservadurismo exacerbado por parte de las empresas nacionales, que aún no han sabido ver ni darle su verdadero valor a la innovación dentro de sus respectivas organizaciones.

Para salir de este estado de confort y desafiarnos a incorporar con más fuerza la innovación en la gestión, tanto gubernamental como empresarial, debemos trabajar en políticas multisectoriales que fomenten no sólo la innovación como capital país, sino que también otorguen sustentos jurídicos para una legítima defensa y protección de la propiedad intelectual a la hora de invertir.

Si a ello sumamos la generación de una cultura innovadora desde las bases de toda organización o institución, estaremos pavimentando un camino sólido para un crecimiento sostenible como nación, que nos lleve a alcanzar índices de competitividad e innovación dignos de un país “desarrollado”.

Carolina del Río
Abogada experta en Propiedad Intelectual CEO Clarke, Modet & Co Chile

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