Marruecos: horizontes y estrategias para luchar contra el Covid-19
Por Cristina Orellana, directora integrante, Fundación América Latina-África para el siglo XXI
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Cristina Orellana, directora integrante, Fundación América Latina-África para el siglo XXI
Marruecos: un reino que con sus tradiciones en el corazón avanza con cabeza fría agregando tecnología e innovación, para enfrentar la mayor pandemia mundial actual acorde al siglo XXI y a los desafíos que implicará para los ciudadanos del mundos y sus fronteras.
Marruecos es un país que enfrenta esa pandemia desde la innovación, ocupando la más avanzada tecnología, desde entender que sus fronteras están más allá de sus límites y donde el cuidar al vecino significa cuidar a sus propios habitantes. Esa es la política impulsada por Mohammed VI, quien ha dirigido un plan de acciones con disciplina, poniendo un fuerte acento en el desarrollo de la gestión y la mantención de sus industrias, a fin de mitigar los efectos de una enfermedad hasta ahora sin antídoto.
Cuando debemos copiar lo bueno y mirar ejemplos exitosos surgen de manera natural muchos países de Europa u otros, que tienen quizá más medios financieros, pero poco de gestión y solidaridad. Esta vez la invitación es a mirar un país con el que tenemos una relación ejemplar de colaboración y del que en esta pandemia tenemos harto que aprender. Marruecos ha sido catalogada como visionaria por sus vecinos y hoy muestra como un rey puede marcar el futuro de su nación, la que busca la protección de sus habitantes focalizando su accionar en el freno de la pandemia y con un plan que tiene medidas de corto, mediano y largo plazo, y que incorpora la reconversión de sus industrias y la capacidad de innovación propia como eje central de la política pública.
Gracias a las medidas de confinamiento masivo y a la entrega de suministros de protección de manera generalizada, sin abuso en sus precios sino muy por el contrario permitiendo el acceso a muy bajo costo (Marruecos produce cinco veces más mascarillas que Francia), el reino ha demostrado que no se requieren grandes inversiones para obtener buenos resultados; es decir, se requieren acciones más que discurso para actuar de manera eficiente y eficaz .
Si miramos con atención dónde está el eje y cuál ha sido su centro, identificamos las claves del éxito resumidas en coordinación y planificación estratégica, impulso de la innovación y utilización de tecnología; y un fuerte acento en el trabajo mancomunado entre Gobierno, ciudadanos y actores políticos públicos y privados.
Marruecos no se ha quedado en la retórica sino que ha puesto a la tecnología y a la innovación al servicio de las personas, sumando el accionar de la sociedad civil que ha colaborado eficazmente en esta tarea y que gracias a diferentes iniciativas hoy tiene, por ejemplo, una aplicación (app) que logra poner de manera inmediata en contacto a profesionales de la salud con ciudadanos marroquíes ofreciendo servicios como médicos a domicilio, emergencias y asesoramiento en salud, logística y transporte, y trámites administrativos.
Asímismo la innovación con sus talentos se ha hecho presente potenciado a investigadores marroquíes que han conseguido inventar una mascarilla inteligente que detecta la posibilidad de infección del coronavirus a distancia, al parecer por medio de técnicas modernas informáticas que incorporan una aplicación de "rastreo" (Trackorona), que propone un método de predicción y diagnóstico de la enfermedad. El equipo científico está dirigido por el doctor Mouhsine Lakhdissi, y según declaración del citado doctor este proyecto 100% marroquí es innovador y de bajo coste.
Marruecos ha lanzado además una iniciativa que busca apoyar al continente africano en la lucha contra el Covid-19, especialmente en las zonas más vulnerables, hecho que se materializó con el envió de un avión de carga con equipo médico a la República Centro Africana, lo que significa que no sólo se actúa en pos de frenar la pandemia, sino que se planifica a futuro a fin de no ver tan mermada la reactivación del comercio internacional una vez controlada esta enfermedad.
Con todo lo mencionado cabe destacar que Marruecos ha tomado la bandera de la responsabilidad con su pueblo pero también con el mundo, no abusa del sistema de comercio ni sus ventajas para vender más insumos o maquinarias sino que comparte con el mundo su mirada de cómo hacer las cosas y cómo poner al centro el "nosotros", cuida a su vecindario y a su nación.