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Venezuela intentará un difícil retorno al mercado de deuda

Con un riesgo de default en 50% para los próximos cinco años tendrá una difícil tarea para convencer a los inversionistas.

Por: | Publicado: Viernes 30 de mayo de 2014 a las 05:00 hrs.
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El desfinanciado gobierno venezolano está organizando roadshows con inversionistas en Nueva York y Londres, con la intención de emitir su primer bono en seis años. Pero, incluso los elevados rendimientos serían insuficientes para convencer a alguien de que el futuro instrumento será una inversión atractiva.

Se espera que las presentaciones comiencen pronto, con la vista puesta en concretar la operación en los próximos meses. La petrolera estatal PDVSA ha emitido deuda en forma más regular, pero estos instrumentos han tendido a esta disponibles sólo en el mercado local, y han estado diseñados para mejorar el acceso a dólares para las empresas y personas en Venezuela (papeles se compran en moneda local y rentan en dólares).

El gobierno está desesperado por fuentes adicionales de financiamiento, con las estimaciones para el déficit general del sector público por sobre 10% del PIB y la demanda por divisas extranjeras manteniendo abierta una enorme brecha entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro.

Ganancias retenidas


Cualquier nueva emisión podría elevar la disponibilidad de divisa dura, necesaria para abastecer la nueva plataforma cambiaria manejada por el Estado (“Sicad 2”), y para que el gobierno pague deuda a sus proveedores industriales. Esta parece ser una creciente prioridad de las autoridades, que está viendo estas deudas crecer rápidamente. El gobierno aceptó recientemente permitir que seis aerolíneas extranjeras repatriaran ganancias retenidas en Venezuela. Y son varias las empresas extranjeras que están en la misma situación.

Al recurrir a los inversionistas internacionales, el gobierno espera reducir los spreads de la deuda soberana y generar suficiente apetito para poder emitir más adelante este año. Sin embargo, el gobierno podría encontrar dificultades para convencer a los inversionistas extranjeros de que la deuda soberana de Venezuela es una inversión segura. Los bancos de inversión han indicado que los títulos deberían pagar intereses cercanos a 14% en la emisión, a menos que se anuncien cambios significativos a la política macroeconómica, en cuyo caso caerían a cerca de 12%.

Apetito por riesgo


Aunque las tasas de interés todavía bajas en las economías desarrolladas han impulsado la demanda por instrumentos riesgosos, existe considerable incertidumbre sobre la capacidad de Venezuela de renovar los vencimientos de cualquier nueva emisión. Esto se refleja en los canjes de default de crédito, que estiman un riesgo de 50% de incumplimiento para los próximos cinco años.

El momento tampoco es bueno, con la economía deteriorándose rápidamente (las estimaciones locales sitúan la contracción anual entre 2% y 4% en el primer trimestre, aunque no hay cifras oficiales). Y si el ex ministro de Hacienda, Nelson Merentes, que era una figura más amigable para los mercados, ya fracasó el año pasado en un intento similar, parece difícil que ahora el gobierno tenga éxito en un segundo intento.

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