Economía

Ian Bremmer: “Se avecinan tiempos muy sombríos para las economías emergentes”

La globalización no terminó, pero se está transformando. Y en una fase donde se acortarán las cadenas de valor, el impacto en países inestables sería letal.

Por: Renato García J. | Publicado: Jueves 4 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Ian Bremmer, creador del primer índice de riesgo político global, es uno de los mayores expertos internacionales en la materia. Y si él tiene razón, las turbulencias que están sacudiendo ahora al planeta son sólo el comienzo y debemos prepararnos para un período de agitación como no se ha visto en décadas. “Se avecinan tiempos muy sombríos para los próximos diez años. Estos son los mayores riesgos que hay ahora allá afuera a nivel global. Y son mucho mayores que la amenaza del cambio climático”, advirtió el fundador de la consultora Eurasia.

El creciente descontento por la globalización ha impactado principalmente en las grandes economías desarrolladas, que han visto la pérdida de empleos de manufacturas hacia países emergentes. Pero la globalización ha entrado en una nueva fase, una etapa que Bremmer califica como recesión geopolítica o mundo de G-0, donde Estados Unidos renunció a su papel de líder mundial y no existe otra potencia capaz de llenar ese vacío.

En los últimos años, la globalización se ha tratado sobre las cadenas de producción global y sobre el traslado de empleos hacia las economías emergentes. Pero con las economías volcándose sobre sí mismas, la globalización cada vez se va a tratar menos sobre empleos y más sobre ganancias de eficiencia, con la automatización, la inteligencia artificial y los robots. Si el impacto sobre economías ricas y estables fue enorme, advierte Bremmer, para las economías emergentes, más pobres e inestables, puede tener efectos catastróficos.

Bremmer expuso sus visiones sobre estas amenazas en un seminario organizado ayer por Scotiabank.

- ¿Qué tan grave es el escenario que describe?

- Los traslados de empleos manufactureros han permitido a los mercados emergentes crecer en forma explosiva. Si es verdad que todos estos empleos pueden ser automatizados, podríamos ver masivas olas de descontento en esos países o enormes sectores de su población perdiendo sus garantías sociales. Esos son resultados muy sombríos para los próximos diez años y pienso que es el mayor desafío que hay ahora allá afuera a nivel global. Es mucho mayor que el riesgo del cambio climático.

- Usted distingue entre recesión económica y geopolítica, pero afirma que ambas se mueven en ciclos. ¿Cuánto durará esta recesión geopolítica y cómo se puede salir de ella?

- Las recesiones geopolíticas son más largas porque, como ocurren con mucha menor frecuencia, toma más tiempo reconocerlas. Además, las estructuras que están siendo destruidas tardaron mucho tiempo en crearse, así hay que crear algo nuevo que las reemplace. Y, por último, el punto más importante es que en un mundo donde Europa se ve mucho más débil, mucha inversión está llegando a EEUU. Es decir, que existe una asimetría de los efectos. Mientras que el surgimiento de Isis afecta de manera crítica la vida de los habitantes en Medio Oriente, en Europa preocupa menos, y el efecto en EEUU es menor aún.

Así que pienso que este ciclo de recesión geopolítica va a durar entre cinco y diez años como mínimo, aunque temo que puede ser mucho más.

Desigualdades estructurales

- ¿Ahora que Europa se está recuperando no ayudará eso a reducir el descontento?

- No. Porque el mayor crecimiento no está resolviendo las desigualdades estructurales. No estamos viendo las fuertes reformas estructurales que podrían mejorar las redes de seguridad social o crear repentinamente oportunidades para grandes segmentos de la población que siente que ha sido dejada atrás.

- ¿Tiene alguna apuesta de lo que vendrá ahora?

- Hay dos cosas que parecen igualmente posibles. La primera es que vayamos hacia un orden más regional, donde diferentes partes del mundo son manejadas de distinta manera.

Eso es lo que parece que está comenzando a evolucionar ahora, pero está lejos de ser estable y sostenido.

La otra posibilidad es que los estados, que en los últimos 75 años han liderado el orden geopolítico, se vuelvan menos relevantes y terminen cediendo sus poderes sobre seguridad, empleos y beneficios, a las empresas o a unidades subnacionales como las ciudades y que ciertas partes del mundo simplemente queden sin gobierno. Ese escenario es lo que denomino el “G subcero”.

- ¿Cómo explica que los mercados mundiales estén tan pujantes? ¿Espera una fuerte corrección?

- Sí, ya ha habido una corrección y probablemente habrá más de una. El mercado tiene razón en el sentido de que el gobierno de Donald Trump es mejor para el crecimiento en el corto plazo por la reducción de regulaciones, las rebajas de impuestos y la inversión en infraestructura. Pero nada de eso va a ocurrir con la profundidad ni la rapidez que Trump prometió.

Pero también están todos esos riesgos geopolíticos que el mercado no ha traspasado a precios. Los mercados tienen problemas para reconocer esos riesgos. No saben cuándo van a golpear y no saben manejarlos.

Oscuro secreto

Para entender el actual entorno global, Bremmer confidencia que existe un “oscuro secreto” acerca del sistema político en EEUU. Y el secreto es que en EEUU, en realidad no importa quién sea el presidente. Esto no sólo refleja que el actual mandatario tendrá dificultades para implementar muchas de sus políticas más disruptivas, sino que el actual proceso de recesión geopolítica ya estaba bien avanzado antes del triunfo de Trump y que iba a ocurrir sin importar quién hubiera ganado. “Si uno estuviera escribiendo un libro sobre el orden mundial, el capítulo sobre la pax americana termina con el gobierno de Trump. Estaba terminando desde hace tiempo, pero con Trump termina definitivamente”.

Bremmer reconoce que la gestión del mandatario ha tendido a estabilizarse, en gran parte porque él está reconociendo la importancia del cargo y porque su equipo de trabajo finalmente ha comenzado a funcionar bien. “Pero la principal razón es que la gente ya ha comenzado a acostumbrarse a él” y a su polémico estilo.

Pero no se hace ilusiones de que la mejora en las relaciones con China vaya a durar. “La actuación de policía bueno que Trump desempeñó cuando se reunió con el presidente chino Xi Jinping no es un factor estructural”.

Pero además de eso hay otra razón. Trump está decidido a jugar un papel clave en la resolución del conflicto con Corea del Norte. Y si Washington lidera un acuerdo con Pyongyang lo hará sobre la base del nuevo enfoque de “America first” de Trump, algo que inevitablemente provocará problemas con Beijing. “Puedo anticipar que de aquí a un año las relaciones entre ambas potencias no serán muy buenas”.

CHILE TODAVÍA ES EL ALUMNO AVENTAJADO

En una región donde el mayor riesgo geopolítico es el colapso de Venezuela y su impacto sobre la migración, Chile sigue siendo el alumno aventajado del vecindario, asegura Bremmer. "¿Quién más podría ser? ¿Brasil?", dice bromeando. Reconociendo que los chilenos están descontentos con la falta de crecimiento, el experto destaca la sensibilidad de la sociedad local a los temas de corrupción. "Están indignados por la colusión del papel higiénico. En EEUU, algo así ni siquiera le habría importado a la gente. Y en Venezuela, lo único que a la gente le interesa sería poder tener papel higiénico", comenta. Y pese al reciente giro hacia gobiernos de centro más moderados, Bremmer advierte que persisten los riesgos, y apunta a México, donde el polémico Andrés Manuel López Obrador lidera las encuestas para las elecciones de 2018.

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