El plan B que activó Pucón para que el eclipse apoye la reactivación

El 14 de diciembre un eclipse total de Sol cruzará la Región de La Araucanía y parte de la Región de Los Ríos, siendo visible, de manera parcial, en todo el territorio nacional. Y, como epicentro -que partirá a las 13:03:44-, las autoridades de la zona lacustre esperan que el evento se convierta en un motor de la ansiada de reactivación.

Lo anterior, pese a que las expectativas de congregar a un millón de personas en esta parte del sur del país se vieron golpeadas por la pandemia y, ahora, las estimaciones apuntan a reunir solo a unos 300 mil asistentes.

Lo que no varió, y es un aliado que se resalta, es que las comunas de Villarrica y Pucón concentran los mejores lugares para el avistamiento.

De ahí que el alcalde de Pucón, Carlos Barra, trabaja en un plan B, que implica la coordinación de acciones para tener una ciudad caminable, con restricciones de tránsito y en medio de un llamado a disfrutar el espectáculo desde casa, hoteles y hostales.

Y la activa agenda parte del hecho que el gobierno regional declaró al citado balneario como centro de operaciones y capital del eclipse 2020, lo que implica que desde ahí será la transmisión oficial

Originalmente, Barra relata que la planificación contemplaba sitios de avistamiento en las faldas del volcán Villarrica -el lugar favorito, de hecho-, la playa grande de Pucón y la playa negra de Caburgua.

Sin embargo, eso hoy no es factible. “Al no estar permitido agruparse y mantener el distanciamiento físico esperamos que estos lugares no tengan concurrencia de gente”, explica.

Así, se está planificando con el Ministerio de Transportes medidas especiales cuatro días antes y tres días después del evento, asumiendo que pese al Covid-19 habrá afluencia de autos y casas rodantes. Así, la idea es habilitar controles estrictos de tránsito con horarios de ingreso y egreso, y estacionamientos en los accesos de la ciudad.

Esta organización implica una coordinación con el Ministerio de Salud. “Un fenómeno como este atrae a miles de turistas nacionales e internacionales y representa una oportunidad importante para la reactivación del sector en ambas regiones, siempre y cuando las condiciones sanitarias de dichos territorios así lo permitan”, dice el subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte.

Y, como en el resto del país, habrá protocolos y guías de buenas prácticas para reducir el riesgo de contagios.

Si bien Barra cree que no llegarán todos los turistas extranjeros seguidores de eclipses mundiales previstos, subraya la disponibilidad de reservas en la zona. “Hay unas 15 mil camas tanto formales como informales, una oferta gastronómica intacta y lugares donde las personas pueden venir a disfrutar varios días antes y quedarse luego otros días más”, enfatiza.

Ánimos afectados

La vicepresidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, asume la incertidumbre frente al impacto del eclipse en La Araucanía. Lo ve como “gran hito turístico”, como ocurrió en 2019 en la Región de Coquimbo, pero admite que la pandemia cambió en 180 grados esa realidad. “Aun cuando se pueda viajar entre regiones dentro del país, nuestra proyección es que la concurrencia igual será menor a lo esperado”, expresa.

El presidente de la Cámara de Comercio de Temuco, Gustavo Valenzuela, también lamenta que no arribarán todos los turistas presentes en el norte. “Se esperaba cerca de un millón en la región, ahora con el tema de la pandemia esto se va al suelo”, afirma. Y, además, advierte sobre el problema que representa la violencia en algunos zonas, “que atemoriza a los trabajadores y eso afecta al turismo”.

Menos escéptico, el presidente de la Asociación de Hoteleros, Andrés Fuenzalida, sostiene que los empresarios de la zona están “optimistas” y quieren aprovechar esa oportunidad para salir delante. “Tienen altos niveles de reservas, pero -como en todo evento- hay algunos que hacen cancelaciones en último momento y, en este caso, puede que al acercarse la fecha gente decida no viajar; va a depender de la evolución de la pandemia”, señala.

Un punto que releva es la “ventaja que van a tener algunos operadores que han servido de residencias sanitarias es que han aprendido a funcionar en esta nueva modalidad con estrictas medidas sanitarias”.