Economía comienza a salir del abismo: modera caída y alienta números azules para últimos tres meses
Luego que el PIB anual se contrajera 9,1% en julio-septiembre, las estimaciones del mercado se abren a un rango de crecimiento de 0,5% a 2,8% en octubre-diciembre.
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Tal como se esperaba, la economía chilena exhibió signos de recuperación durante el tercer trimestre. De acuerdo con el informe de Cuentas Nacionales del Banco Central, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó 9,1% comparado con igual período de 2019, una cifra menor al histórico bajón precedente de 14,5%.
Más auspicioso aún, de la mano del levantamiento gradual de las cuarentenas provocadas por la pandemia -que ha golpeado al país y el mundo- las medidas económicas de apoyo a los hogares y del retiro de una parte de los fondos previsionales, el PIB repuntó 5,2% respecto al lapso previo de abril-junio.
Conforme al reporte, los motores de dicha recuperación fueron “principalmente” el resultado del comercio, que estuvo apuntalado por el mayor consumo de los hogares.
Este último, de hecho, aminnoró su baja del segundo trimestre desde cifras superiores a 20% a -8,8%.
Un camino que también siguió -aunque en menor magnitud- la Formación Bruta de Capital Fijo, que disminuyó 18,5% frente a igual período del año anterior. Esto fue impulsado “mayormente por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos”, dijo el Central.
¿Qué viene?
Dado lo anterior, para el cuarto trimestre se asume un escenario de alzas de la actividad productiva.
Según las expectativas de los economistas consultados por DF, dicho incremento fluctuará en un rango entre 0,5% y 2,8%.
“La recuperación se aceleró durante el trimestre y creemos que la producción volverá a su nivel anterior a la crisis más rápido que en otras partes de la región, respaldada por una política fiscal relajada y altos precios del cobre”, destacaron desde Capital Economics.
El economista senior de BCI Estudios, Felipe Ruiz, adelantó que hay espacio para mejoras en la estimación del PIB ante una mayor aceleración de la actividad en los últimos registros debido a la reapertura de algunos sectores tras la cuarentena y el impulso del consumo privado.
Para lo que será la expansión de la economía durante 2021, el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco -quien estima un avance de 4,5%- anticipa que “las positivas noticias respecto del avance de las vacunas y el segundo retiro de fondos previsionales” sustentan una revisión “al alza de nuestras proyecciones”.
Variables en las que coinciden desde Capital Economics, ya que dentro de las razones que les permite “ser optimistas sobre el desempeño económico de Chile” mencionan que “el Gobierno parece dispuesto a mantener políticas fiscales expansivas y podría permitir un segundo retiro de las pensiones privadas, lo que impulsaría el consumo en el corto plazo”.
Esto, aun cuando reconocen que “es cierto que la incertidumbre que rodea a una nueva Constitución puede pesar sobre la inversión”.
¿Nuevas medidas?
En un escenario en que el mercado se inclina por una expansión del PIB de dos dígitos en el segundo y tercer trimestre del próximo año, se advierte que el curso final sigue estrechamente vinculado al manejo de la pandemia.
Dependiendo de ello, el economista jefe de BTG Pactual Chile, Pablo Cruz, comenta que por ahora “me parece adecuado el enfoque del Gobierno orientado a apuntalar la recuperación del mercado laboral y de la inversión”.
La economista de Euroamérica, Martina Ogaz, ve como pieza fundamental que se aclare qué parte del Fondo Covid -que ya está en marcha- está destinado a 2021: “Estos recursos deberían ir dirigido hacia los sectores más afectados por la crisis sanitaria como el sector servicio”.
Con una visión ligada a la disponibilidad de la vacuna, el economista senior de LyD, Tomás Flores, asume un grado de incertidumbre en que a su juicio “es necesario realizar un plan de contingencia económica, tal como lo está elaborando el Ministerio de Salud”.
Para el economista jefe de BICE Inversiones, Marco Correa, “probablemente” se requerirán esfuerzos adicionales centrados en el empleo y en la inversión pública. Esto, por cuanto estima que hasta ahora el consumo se ha visto impulsado por un aumento en el ingreso disponible, “lo que sería pasajero”, mientras que la incertidumbre del proceso político local podría atenuar la inversión privada.
De todas formas, el economista del Banco Santander, Gabriel Cestau, agrega que en 2021 “estaremos por debajo del nivel de actividad previo al estallido social”, lo que reforzaría más apoyo Fiscal ante un mayor ruido del proceso político interno.