Chile es uno de apenas seis países que aumentaron el impuesto a las empresas desde el año 2000
Ponderada por PIB, la tasa promedio en Sudamérica es la más alta entre las regiones. En el mundo, pasó desde casi 40% a 26,3% en el citado período.
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La discusión tributaria en el país tiene para rato. Si bien el proyecto de modernización del sistema impositivo está pronto a despacharse desde el Senado a la Cámara y, por tanto, de ser Ley a 17 meses de presentarse, el debate continuará abierto.
El Ministerio de Hacienda ya comprometió la convocatoria a una mesa de trabajo para delinear lo que denomina “la hoja de ruta” del sistema tributario para los próximos años, instancia en la que se abordará el nivel de carga de impuestos del país y maneras de aumentarla en la medida que también lo haga el crecimiento económico.
Esto, en paralelo al análisis de las exenciones y regímenes especiales que realizará otro grupo de expertos que se conformará una vez aprobada la reforma tributaria.
En este contexto, uno de los temas que han emergido es la tasa con la que se gravan las utilidades corporativas. El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, y senadores de la comisión del ramo como Carlos Montes (PS) y Ricardo Lagos Weber (PPD), han coincidido en que la tasa de 27% quedó “muy alta” bajo cualquier métrica comparable. Y las cifras parecen reforzar dicho análisis.
Un reporte elaborado por el centro de estudios norteamericano Tax Foundation dio cuenta de que Chile es uno de apenas seis países que han aumentado su impuesto corporativo en los últimos 20 años, mientras que su tasa se ubica levemente por sobre el promedio global.
Entre 2000 y 2019, el gravamen de Primera Categoría a las utilidades corporativas en el país subió de forma gradual desde 15% a entre 25% (para las empresas en el régimen especial para PYME) y 27% (para las sociedades de mayor tamaño en el sistema semi integrado).
Así, Chile ha ido contra la corriente en esta materia, ya que desde 2000 a 2019 el promedio de tasa corporativa en el mundo -ponderada por el PIB de cada país- pasó desde cifras cercanas al 40% a 26,3%.
Las otras economías en aumentar la tasa con la que se gravan las utilidades corporativas en el citado período fueron República Dominicana, desde 25% a 27%; El Salvador, de 25% a 30%; Hong Kong, de 16% a 16,5%; Líbano, de 10% a 17%; y Papúa Nueva Guinea desde 25% a 30%.
Tendencial global
Acorde con el informe del think tank con sede en Washington, en las últimas dos décadas 19 jurisdicciones han mantenido las tasas con las que gravan las ganancias empresariales, mientras 113 las redujeron.
El promedio para dicho tributo en el mundo ascendió a 26,3% en 2019 -ponderada por el PIB de cada país-, con Europa anotando el nivel más bajo con 25,1% (ponderado por tamaño de la economía), mientras que el más alto se registra en Sudamérica con 32%.
Los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mostraron niveles de 26,53% (ver gráficos).
El espectro total
En términos extremos, las naciones o jurisdicciones que tuvieron en 2019 las tasas más bajas para gravar las utilidades empresariales fueron Barbados, Uzbekistán, Turkmenistán, Hungría, Montenegro, Andorra, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Gibraltar y Kosovo, las que oscilaron entre 5,5% y 10%.
Mientras que los Emiratos Árabes Unidos, Comoros, Puerto Rico, Suriname, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Guinea, Kiribati y Malta son las ubicaciones que registraron los gravámenes más altos, oscilando entre 55% y 35% (ver tabla).