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Eyzaguirre toma el control de la agenda: priorizará el crecimiento y la austeridad fiscal

El recién asumido ministro de Hacienda lanzó un claro mensaje de cara al Presupuesto: “No es el momento de desbordes fiscales de ninguna naturaleza”. Hoy se reúne con el presidente del Banco Central.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Viernes 1 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Alrededor de las dos de la tarde de ayer, Nicolás Eyzaguirre abandonaba su despacho en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) en el Patio de los Cañones de La Moneda. Acababa de ser nombrado como ministro de Hacienda, cargo que ya desempeñó entre 2000 y 2006 durante el mandato de Ricardo Lagos.

Ya con la investidura del nuevo cargo, en el que reemplazo a su “amigo del alma” -como lo definió ayer-, Rodrigo Valdés, el exejecutivo del Banco Central enfrentó a la prensa por más de 10 minutos y aprovechó de mandar varias señales.

“Yo espero que los mercados me crean, tengo alguna experiencia en esto. Y les quiero decir con toda claridad que mi prioridad como ministro de Hacienda en estos meses que quedan va a ser crecimiento, crecimiento y crecimiento. A buen entendedor, pocas palabras”, afirmó Eyzaguirre.

El secretario de Estado enfatizó que el país está en un buen pie para retomar mayores niveles de crecimiento, considerando que el escenario internacional ha mejorado y que “hay señales” de que el ciclo bajista de las materias primas “está llegando a su fin”.

“Posiblemente, no tengamos un boom con las características que tuvimos a inicios de esta década, pero sí una normalización, lo que es sin duda una oportunidad inmejorable para agarrar viento de cola y, en conjunto con el sector privado y una conducción macroeconómica estricta, lograr que la economía se redinamice”, expuso el economista.

Asimismo, defendió explícitamente la gestión de su antecesor: “El ministro Valdés, que hizo una gestión extraordinaria, puso todas las primeras piedras para hacer de la revigorización del crecimiento una posibilidad real”, planteó, señalando que sus palabras sobre el rechazo del proyecto Dominga “en ningún caso iban en contra de la institucionalidad”.

El exministro de Educación fue claro en señalar que una gestión macroeconómica “extremadamente disciplinada” será “clave” para dar “garantías” que ayuden a impulsar la inversión de los privados, recordando que ya realizó aquello en 2002 junto al nuevo titular de Economía, Jorge Rodríguez Grossi.

Presupuesto y pensiones

Eyzaguirre fue enfático respecto a la política fiscal, a un mes de que Teatinos 120 envíe al Congreso la ley de Presupuestos 2018.

“Hay que mantener muy firme la conducción macroeconómica, no es el momento de desbordes fiscales de ninguna naturaleza. Por el contrario, hay que asegurarle a los mercados que las condiciones de las finanzas públicas dan garantías de que Chile puede seguir disfrutando de tasas de interés extremadamente bajas”, dijo.

Eyzaguirre, uno de los “padres” de la regla fiscal, enfatizó que “no es lo adecuado” reactivar la economía a través de un impulso fiscal. “Lo adecuado es una política fiscal muy conservadora”, planteó.

Sobre la reforma previsional, Eyzaguirre fue cauto en explicitar si será posible aprobar alguno de los tres proyectos enviados por Valdés al Congreso antes de que termine el gobierno.

“Eso lo tendremos que ver, pero obviamente que la prioridad es crecimiento, crecimiento y crecimiento. Y para eso, lo fundamental es un Presupuesto eficiente y austero”, lanzó.

En esta materia, recalcó que el proyecto de pensiones “ayuda” al crecimiento. “Pero obviamente las cosas tienen que hacerse con la pausa que los temas requieren”, afirmó.

Sobre la polémica en torno a Dominga, tomó una postura intermedia en la dicotomía crecimiento-medio ambiente: “Nosotros creemos en crecimiento y medio ambiente, crecimiento e inclusión, crecimiento y protección social. Pero sin crecimiento, todas las otras cosas son difíciles de hacer”, concluyó.

El sello de Rodríguez

Por su parte, el nuevo titular de Economía, que lideró esa cartera entre 2001 y 2006 también en el gobierno de Lagos, enfatizó que espera que la actividad “vaya retomando más fuerza y se normalice en el mediano plazo”.

Rodríguez Grossi, quien reemplazó en el cargo a Luis Felipe Céspedes, hizo frente a la polémica por Dominga: “El desarrollo económico requiere de innumerables variables, dentro de ellas el crecimiento obviamente y el medio ambiente”.

Rodríguez y Eyzaguirre se reunirán hoy a las 9:30 con el presidente del Banco Central, Mario Marcel.


 

Las coincidencias entre los nuevos ministros económicos

Nicolás Eyzaguirre y Jorge Rodríguez Grossi tienen trayectorias que podrían considerarse coincidentes, en muchos puntos.'

En primer lugar, son economistas de la U. de Chile con postgrados en casas de estudio en EEUU en el estado de Massachusetts (Harvard y Boston, respectivamente), que se desempeñaron en Hacienda (Eyzaguirre fue ministro en 2000-2006 y Rodríguez Grossi subsecretario en 1991-1994), en BancoEstado (el primero fue director entre 2006 y 2007, y el segundo presidente entre 2015 y 2017) y en el gabinete de Ricardo Lagos (Rodríguez Grossi fue triministro de Economía, Energía y Minería de 2001 a 2006).

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Ambos también han sido asesores internacionales en el FMI, Banco Mundial, BID y la Cepal. Asimismo, se han desempeñado en el sector privado: Eyzaguirre fue presidente de Canal 13 entre 2012 y 2013, mientras Rodriguez Grossi lideró el directorio de la eléctrica Guacolda y fue presidente ejecutivo de Alto Maipo.


 

Valdés se va sin claudicar ante Dominga: "Las instituciones deben funcionar mejor"

La de ayer fue una jornada tensa en el Ministerio de Hacienda. El entonces ministro del ramo, Rodrigo Valdés, sabía que era su "día D" luego del fallido intento del miércoles por recibir un gesto de apoyo de la presidenta Michelle Bachelet, en medio de la polémica por el rechazo del proyecto minero Dominga, que lo llevó a enfrentarse públicamente con la mandataria.


Es que hace rato que el ahora extitular de las finanzas públicas estaba incómodo en el gabinete. Sentía que no recibía el suficiente respaldo público de la mandataria y el resto de sus pares en medio del año electoral y las restricciones presupuestarias. En enero, ya daba señales del desgaste en su relación con los partidos y el Parlamento, al señalar en una entrevista a Capital que "tenemos un tema de arrebatos populistas que tenemos que contener". El rechazo de Dominga, una iniciativa prioritaria en la cartera para dar señales de certeza a los privados, fue la gota que rebasó el vaso y que lo convenció que en las actuales condiciones no podía realizar su trabajo.


En tanto, en Palacio habría generado una fuerte molestia no solo el público cuestionamiento de Valdés a la decisión del Comité de Ministros, sino también el impasse por el informe de productividad de la reforma previsional, que no fue compartido con Bachelet y la dejó en una delicada posición al reconocer en una entrevista radial que no conocía el detalle del reporte que cifraban en hasta 394 mil los empleos que se perderían producto del alza en la cotización.


Con todos estos antecedentes sobre la mesa, Valdés arribó 20 minutos para las 8 de la mañana a Palacio para reunirse con Bachelet, cita que concluyó cerca de las 8:30 con la suerte del expresidente de BancoEstado sellada: la mandataria había aceptado su renuncia. Eso explicaba que optó por abandonar la sede de gobierno por una salida lateral para evitar a la prensa.


Más de tres horas después, la cartera citaba a un punto de prensa en la que Valdés oficializó su renuncia al gabinete. Agradeció a la mandataria por la "confianza" depositada en su persona, pero no se fue sin antes decir algunas verdades.


"Avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar su iniciativa con reglas claras y estables. Pero creo que no logré que todos compartieran esta convicción", lanzó el exejecutivo del FMI.
Y si bien agradeció a "muchos" de sus colegas del gabinete y a parlamentarios de las comisiones de Hacienda de ambas cámaras, insistió en su postura.


"Creo firmemente en un proyecto progresista, que busca más libertad, más equidad y un desarrollo compartido. Para estos objetivos resultan clave la responsabilidad, el crecimiento y un buen funcionamiento de las instituciones. Como sugerí el lunes pasado, algunas instituciones deben funcionar mejor", dijo visiblemente afectado.

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