Renta fija, gestión activa y mercados emergentes: el cambio de timón de los family offices, según UBS
La cartera general involucra un 45% en activos alternativos, principalmente capital privado, mercado inmobiliario y hedge funds.
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Un reciente estudio del banco suizo UBS reveló que los family offices del mundo están planeando un cambio de timón en la estrategia de inversiones, de cara al punto de inflexión al que habrían llegado tendencias como la inflación, las tasas de interés y el crecimiento económico.
"El Global Family Office Report 2023 llega en un momento decisivo, con el final de la era de tasas de interés nominales bajas o negativas y la amplia liquidez que siguió a la crisis financiera mundial. En este contexto, nuestro estudio muestra que los family offices prevén realizar importantes cambios en la asignación de activos", escribió el jefe de Global Family and Institutional Wealth de UBS, George Athanasopoulos.
"En particular, tienen previsto aumentar sus posiciones en renta fija de mercados desarrollados en los próximos años y están diversificando sus carteras a través de renta fija de alta calidad y corta duración. Además, los family offices prevén aumentar sus participaciones en renta variable de mercados emergentes, tras la percepción de que el dólar ya alcanzó su peak", sostuvo.
A esto, agregó que las asignaciones a fondos de cobertura (hedge funds) han aumentado en línea con un mayor énfasis sobre la gestión activa de las inversiones, y los participantes del estudio revelaron planes de diversificarse hacia mercados privados.
La investigación reveló que el portafolio de los family offices se compone de la siguiente forma: un 55% del total se posiciona en activos tradicionales y el 45% restante en alternativos.
Más en detalle, el 31% del total va a renta variable, el 15% a renta fija y 9% efectivo, siendo estos parte de los activos tradicionales.
En específico, en los alternativos, el 19% del total es capital privado, el 13% es inmobiliario, el 7% son hedge fund, el 2% es arte y reliquias, el 2% son metales preciosos, el 1% son otros commodities y menos del 1% es infraestructura.
Planificación a futuro
"Si miramos más allá de 2023, en los próximos cinco años las family offices prevén realizar más cambios en su asignación estratégica de activos. El mayor cambio se produce en la renta fija de los mercados desarrollados, donde casi cuatro de cada 10 (38%) prevén un aumento significativo o moderado de las asignaciones, lo que es relevante después de tres años de recortes en los bonos", dice el reporte.
"Prevén mayores asignaciones a activos de riesgo en general, con un 44% que planea aumentos en renta variable de mercados desarrollados y un 34% en acciones de mercados emergentes. Aunque los family offices siguen teniendo la ambición de aumentar las participaciones en capital riesgo, parecen menos optimistas que en años anteriores", afirmó el documento.
Aun así, el 41% prevé un aumento de las inversiones directas y el 35% en fondos de inversión o fondos de fondos. En cuanto al sector inmobiliario, mientras que los family offices prevén reducir sus asignaciones cautelosamente en 2023, a cinco años un tercio (33%) planea aumentarlas", agregó.
Las preocupaciones
De acuerdo con el sondeo, la preocupación número uno de los family office es la geopolítica, con un 35% de las respuestas; mientras que en segundo lugar se ubicó la recesión económica, con un 13%; y en tercer lugar fue el aumento de la inflación, con un 11%.
La tendencia general es a posicionarse en activos poco líquidos, debido a que se asocian a mayores retornos futuros. Pero hay excepciones a la regla, y de hecho el gerente de inversiones de un "gran family office chileno" encuestado por UBS manifestó que "tendemos a priorizar inversiones que hagan algo más que reducir riesgo; queremos generadores de flujo en efectivo".