Tasas de Intercambio: Mastercard acusa al gran comercio de querer mantener una situación privilegiada
Presentó un informe en el marco de la discusión sobre los cambios al sistema de medios de pagos ante el TDLC.
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La discusión por los cambios en el sistema de medios de pago en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por el procedimiento para la dictación de las tasas de intercambios (TI) subió de tono entre los agentes del mercado.
Mastercard presentó un informe elaborado por Butelmann Consultores que concluyó que Chile "no es todavía un mercado maduro en lo que se refiere a penetración de medios de pagos y, siendo éste un mercado de los lados, regular la TI a niveles más bajos redundará en una menor competencia -especialmente de los emisores puros de tarjetas de prepago- y en menor inclusión financiera".
Los representantes legales de la marca resaltaron que esto "traerá distorsiones y desincentivará la entrada de nuevos operadores. La regulación de precios se justifica en casos en que la entrada no es posible".
El TDLC está revisando la dictación de estas tarifas, que son comisiones fijadas actualmente por las marcas de tarjetas que deben pagar los adquirentes, como Transbank y Multicaja, a los bancos emisores de plásticos y a la propia marca. Esta tarifa existe para compensar el valor y los beneficios que reciben los comercios al aceptar pagos electrónicos.
Los dardos de Mastercard apuntaron contra el comercio y aseguraron que "la única urgencia por regular en Chile se debe a que los comercios más grandes tienen los medios para insistir en mantener la situación privilegiada que tuvieron durante décadas, gracias a los subsidios cruzados que caracterizaban las TI implícitas".
Manifestaron que "los efectos en los países que han regulado no han sido los esperados y han corroborado el hecho que al regular los precios de un lado de la plataforma se alteran al alza los precios del otro lado, no quedando claro el beneficio al consumidor final".
Los escritos presentados de Mastercard fueron liderados por el abogado asociado de Carey, Felipe Hepner.
Los documentos de Banco de Chile
El Banco de Chile también se sumó a la discusión por la definición de las tasas de intercambio. La compañía es representada por el abogado y socio de Claro & Cía, Crístobal Eyzaguirre.
El segundo banco más grande del país presentó un informe elaborado por Oxera Consulting y el doctor en Economía de la Universidad de Stanford, Julian Wright, sobre la situación de las tarifas del sistema de medios de pago de Chile.
Entre las conclusiones del documento fue que regular las TI podría generar consecuencias negativas para el desarrollo del mercado chileno de pagos: "Es probable que las reducciones de las TI generen costos más elevados y menores beneficios para los titulares de las tarjetas, ya que los emisores traspasan la reducción de sus ingresos por TI", señala.
En esa línea, "la aplicación de una TI baja podría producir un efecto negativo para el ingreso de nuevos productos de pago. Ello obedece a que los comerciantes no cuentan con un incentivo financiero para aceptar dichos medios, dado que la regulación mantiene el precio de las tarjetas en un nivel bajo".
Los cálculos del banco
Respecto a la propuesta de la Fiscalía Nacional Económica de fijar un límite de tasa de intercambio temporal que sea igual o inferior a las tasas implícitas vigentes durante el modelo de tres partes, Banco de Chile se mostró en contra.
Se "demuestra que algunos de los cálculos presentados por la FNE representarían un desvío significativo de las tendencias históricas, con un impacto potencial considerable en el crecimiento de la penetración de tarjetas en Chile".
De concretarse este escenario, el banco tendría que subir las comisiones y otros cobros a los clientes nuevos, puesto que a los antiguos significa modificar contratos.
La firma consideró que "ello quiere decir que el efecto de cualquier reducción en los ingresos por TI recaería desproporcionadamente sobre el consumidor que adopta un producto de tarjeta por primera vez, de una forma que puede disuadir a ese cliente de ser titular de una tarjeta".
Profundizó que "reduciría los incentivos para que los clientes decidan comparar precios de productos y cambiarse a otro banco debido a los menores beneficios de que gozarían los nuevos clientes y a las mayores comisiones que deberían abonar, lo que reduciría la competencia en el mercado emisor y el atractivo de estos productos para los consumidores".