Gobiernos de todo el mundo extreman medidas para evitar colapso e impulsan millonarios paquetes a la economía
Mientras que EEUU aprobó anoche el “mayor acuerdo de la historia moderna” del país, Japón estudia destinar un monto similar al 10% del PIB y la eurozona impulsa iniciativa para que países puedan solicitar línea de crédito equivalente al 2% de su Producto.
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Aunque países de todo el mundo llevan semanas impulsando acciones para acotar el impacto económico del coronavirus, las dosis aún parecieran insuficientes. Así parecen haberlo entendido distintos gobiernos, que en los últimos días han impulsado medidas más agresivas, algunas consideradas las "mayores desde la Segunda Guerra Mundial" o, incluso, las más grandes "en la historia moderna".
Ayer fue el turno de Estados Unidos. Tras días de negociaciones entre demócratas y la administración de Donald Trump, el Senado alcanzó un acuerdo de US$ 2 billones (millones de millones) para estimular la principal economía del orbe, que hasta el momento presenta más de 55 mil contagiados y 700 muertes.
El principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, calificó el paquete como el programa de ayudas "más grande en la historia de EEUU" y agregó que "esta legislación se necesita con urgencia para impulsar la economía, proporcionar inyecciones de efectivo y liquidez y estabilizar los mercados financieros para ayudarnos a atravesar un período difícil y desafiante en la economía que enfrentamos en este momento".
El acuerdo ahora deberá ser aprobado por el Congreso y prevé implementar pagos directos y beneficios por desempleo a los ciudadanos, pero también a los estados y empresas.
Si bien no se han confirmado los detalles del proyecto, ha trascendido que unos US$ 250 mil millones se reservarán para pagos directos a individuos y familias, US$ 350 mil millones en préstamos para pequeñas empresas, otros US$ 250 mil millones en beneficios de seguro de desempleo y US$ 500 mil millones en préstamos para empresas en dificultades. El resto del contenido no se conoce por el momento.
El gobierno de Japón, por su lado, está estudiando implementar un paquete de estímulo fiscal equivalente a cerca del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, para combatir el impacto económico causado por el brote.
La batería ascendería a sobre los 56 billones (millones de millones) de yenes (US$ 503 mil millones), e incluiría pagos en efectivo a los hogares, medida que con el pasar de los días se ha vuelto cada vez más habitual entre los países.
Europa intensifica esfuerzos
Los países de la eurozona también se han visto fuertemente afectados, por lo que los ministros de finanzas del grupo impulsaron la idea de que los gobiernos puedan solicitar una línea de crédito equivalente a un 2% de su PIB, del fondo de rescate para ayudarlos a combatir el impacto económico de la epidemia de coronavirus.
Mañana los líderes de la Unión Europea sostendrán un reunión virtual, en la que definirán si los 410 mil millones de euros (US$ 443 mil millones) del denominado Fondo Europeo de Estabilización (MEDE, su sigla en inglés) debiesen destinarse de esta forma.
De acordarse que el fondo se empleará con ese fin, la línea de crédito estaría disponible para todos los países de la eurozona, pero sería voluntario solicitarla.
En el mismo continente, la Cámara Baja de Alemania -Bundestag- aprobó hoy un paquete económico contra el coronavirus de 750 mil millones de euros (US$ 810 mil millones), el mayor desde la Segunda Guerra Mundial. La propuesta del gobierno alemán equivale a casi el 22% del PIB del país y fue respaldada de forma mayoritaria.
El paquete consta de un presupuesto suplementario para este año de 156 mil millones de euros, que incluye un fondo de rescate de hasta 50 mil millones para independientes y pequeñas empresas, y 3.500 millones para apoyo urgente al sistema sanitario. Prevé, asimismo, una caída de la recaudación de 33.500 millones.
Esta actualización al presupuesto del país implica que se abandonará temporalmente la regla del "freno de la deuda" del país. El plan incluye además la reactivación del Fondo de Estabilización creado durante la crisis financiera, una herramienta con 600 millones de euros para apoyar a empresas con problemas de liquidez y capitalización, y que considera incluso nacionalizaciones temporales.