España entra en recesión tras desplome del PIB en el segundo trimestre
La economía española se hundió un 17,8%, la mayor caída desde que comenzó la serie.
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El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española se hundió un 17,8% en el segundo trimestre respecto al anterior, lo que significa que el Instituto Nacional de Estadística de ese país ha revisado siete décimas al alza el dato respecto de sus previsiones.
El INE español ha explicado que cuando calculó el dato hace casi dos meses, la mayoría de los indicadores sobre la evolución económica ofrecían resultados hasta mayo, por lo que el resto de la información la obtuvo de fuentes adicionales a las habitualmente empleadas y estimaciones de indicadores basados en datos administrativos, como recomienda Eurostat.
En cualquier caso, la contracción que se ha visto entre abril y junio fue 12,6 puntos inferior a la registrada en el primer trimestre (-5,2%) cuando España ya empezó a sufrir los primeros zarpazos de la pandemia del Covid-19. De esta forma, el PIB español protagonizó en el segundo trimestre la mayor caída desde que comenzó la serie del INE en 1970 y entró en recesión técnica al sumar dos trimestres en negativo.
En términos interanuales, la variación del PIB fue del 21,5%, tasa 17,3 puntos inferior a la del primer trimestre de 2020 (-4,2%).
El PIB a precios corrientes cayó hasta los 245.867 millones de euros, con lo que retrocedió a niveles de hace más de 14 años. Concretamente, no se veía una cifra inferior desde el primer trimestre de 2006, cuando ascendió a 243.627 millones de euros.
El consumo y la inversión paralizados
Las cifras son reflejo del confinamiento que sufrió el país, uno de los más duros, hasta el 22 de junio que terminó el estado de alarma. Así se aprecia una caída intensa del consumo de los hogares, que se hundió un 20,4%, y de la inversión, con una contracción de la formación bruta de capital del 22,1%. En este periodo sólo tuvieron un comportamiento ligeramente positivo el gasto de las administraciones públicas (0,3%) y el de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (0,2%). De hecho, en conjunto la demanda nacional retrocedió en esos meses un 16,1%.
La parálisis del segundo trimestre afectó de pleno en el sector exterior y las exportaciones se hundieron un -33,4% respecto a los tres primeros meses del año y las importaciones un cayeron un 29,5%.
¿A qué sectores afectó más?
Por sectores, el único que se mantuvo en positivo fue la agricultura, silvicultura y pesca que avanzó un 3,6%. El resto se desplomaron con la construcción a la cabeza (-21,9%), seguido de la industria (-19,1%) y los servicios (-18,3%).
Poniendo la lupa en el sector servicios, pilar de la economía española, se ve un hundimiento del comercio, transporte y hostelería del 39,6%, seguido de las actividades artísticas, recreativas y otros servicios (-31,6%) y las actividades profesionales, científicas y técnicas (-24,2%). Hay que destacar que dentro de los servicios sólo avanzaron las actividades financieras y de seguros (0,9%).
El empleo retrocede un 21,7% en horas trabajadas
El empleo medido en horas trabajadas cayó un 21,7%, un descenso superior a la destrucción de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que disminuyeron un 17,7%.
También en comparación anual, las horas trabajadas cayeron un 24,9% y el empleo cedió en 3,38 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo respecto al segundo trimestre de 2019, lo que supuso un descenso del 18,4%.
En el segundo trimestre, todas estas ramas destruyeron empleo, especialmente la construcción, que redujo el empleo un 20,3% respecto al segundo trimestre del año pasado (-3,7% en el trimestre anterior). Por su parte, los servicios registraron un descenso interanual de la ocupación del 19,4% (-0,1% en el primer trimestre); la industria, del 14,8% (+0,6% en el trimestre anterior), y la agricultura, del 7% (-6,9% en el primer trimestre).
Si se miden las horas trabajadas, la construcción presentó en el segundo trimestre una caída interanual del 31,1%, en tanto que los servicios recortaron las horas trabajadas un 25,8% y la industria, un 20,8%. La agricultura moderó su descenso respecto al trimestre anterior, con una disminución de las horas trabajadas del 8,5%.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se situó en el -3,8% (-3,7% en el trimestre previo) y la productividad por hora efectivamente trabajada registró un avance del 4,5%, más de cuatro puntos por encima del dato del primer trimestre (0,1%) y su tasa más alta desde 1995.
El deflactor implícito del PIB aumentó un 1% respecto al mismo trimestre de 2019, dos décimas menos que en el trimestre pasado, mientras que la remuneración de los asalariados bajó un 13,9% interanual, lo que supone 16 puntos menos que en el trimestre anterior y su mayor caída de la serie histórica.
Esta evolución se debe al descenso del número de asalariados en un 16,4%, porcentaje 17,2 puntos inferior al del trimestre previo, y al crecimiento de la remuneración media por asalariado en un 2,9%, frente al 1,3% del trimestre previo. El excedente de explotación, por su parte, cayó un 22,4% en el segundo trimestre, su mayor descenso en la serie histórica.
El crecimiento interanual del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 7%, tasa seis puntos superior a la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (1%).