Economía de la zona euro crece en junio a su mayor ritmo en 15 años con la presión inflacionista en máximos
- T+
- T-
La actividad comercial de la economía privada en la zona euro crece en junio por tercer mes consecutivo al ritmo más rápido experimentado desde junio de 2006 a medida que reactivación económica se consolida gracias a la retirada progresiva de las restricciones contra el Covid-19 y la aceleración de las campañas de vacunación masiva, aunque las presiones inflacionistas se mantendrán durante unos meses.
El Índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, principal indicador de la marcha de las empresas de la eurozona, se situó en 59,2 frente al nivel de 57,1 en mayo) hasta máximos de 15 años. La actividad comercial crece hasta 58,0 desde 55,2 del mes anterior; la producción del sector manufacturero asciende a 62,4 y el sector de las manufacturas en conjunto se mantiene en 63,1, según los últimos datos del Índice de Gerentes de Compras (PMI, en sus siglas inglesas) que publica hoy IHS Markit.
No obstante, advierte la consultora, "los precios cobrados por los productos y servicios aumentaron a un ritmo sin precedentes debido a que la demanda siguió superando a la oferta".
Las empresas contrataron personal a su mayor ritmo en casi tres años, pero en junio se ha registrado un alza récord de los pedidos pendientes, un nuevo alargamiento casi récord de los plazos de entrega de las cadenas de suministro y la disminución cada vez más generalizada de los inventarios en los almacenes.
La economía prosigue su reapertura y repunta de nuevo la demanda y la confianza empresarial hasta máximos de 2012 gracias sobre todo al impulso del sector manufacturero, especialmente en Alemania, mientras que el despunte del sector servicios se acelera hasta máximos de julio de 2007 tras varios meses de declive, con el empleo en máximos desde 2018 y los pedidos pendientes en la mayor tendencia ascendente vista en más de dos décadas.
Pero los plazos de entrega de las cadenas de suministro del sector industrial empeora hasta sus peores niveles de 24 años, igual que pasó en mayo, y los inventarios están en sus peores condiciones desde 2009 puesto que el gran volumen de ventas redujo los stocks en los almacenes.
Puesto que la demanda sigue superando la oferta en el caso de un gran número de productos y servicios, las presiones inflacionistas volvieron a aumentar en junio, señala Markit: "Los precios medios pagados subieron a un ritmo
solo superado una vez en los 23 años de historia del estudio. Un aumento récord en los precios de las materias primas en el sector manufacturero se vio acompañado del incremento más intenso de los costes del sector servicios desde julio de 2008", apunta.
Este último aumento se debió a las alzas de precios de los proveedores, unos mayores costes del combustible y el transporte y un incremento de las presiones salariales.
"Por otra parte, los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron al ritmo más rápido desde que se dispone de datos comparables para ambos sectores, recogidos desde 2002. En ambos sectores, los precios aumentaron a los ritmos más intensos en aproximadamente dos décadas".
Esperanzas y cautela
Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, señala en un comentario que acompaña al informe que la demanda y el repunte es cada vez más generalizado, expandiéndose del sector manufacturero a más sectores de servicios (...). Las crecientes esperanzas de que la vida regrese progresivamente a la normalidadtambién han impulsado la confianza hasta su máxima histórica, generando un crecimiento del gasto y una mayor contratación de personal".
Los datos hacen prever una expansión significativa del PIB en el segundo trimestre, que sería seguida de un crecimiento aún más rotundo en el tercero, continúa Williamson, que recalca que la solidez del repunte, tanto en Europa como en el resto del mundo, hace que las empresas tengan dificultades para satisfacer la demanda, ya que se ven afectadas por la escasez de materias primas y personal. En estas condiciones, las empresas podrán seguir fijando precios, añadiendo, inevitablemente, más presión alcista en la inflación durante los próximos meses".