Demócratas y la Casa Blanca discuten nuevo plan de estímulo y acuerdan retomar conversaciones mañana
Los líderes estadounidenses abordaron la última propuesta elaborada por la oposición, que pretende destinar US$ 2,2 billones a la economía afectada por la pandemia.
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Aunque hace algunos meses parecía imposible que los líderes estadounidenses se pusieran de acuerdo sobre un nuevo plan de estímulo fiscal para apoyar a la economía fuertemente golpeada por el coronavirus, el panorama estaría cambiando.
El secretario del Tesoro de EEUU, Steve Mnuchin, y la demócrata y presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sostuvieron hoy una segunda negociación -por más o menos 50 minutos- sobre un paquete de ayuda, conversación que las autoridades acordaron continuar mañana.
"Estamos en una negociación y esperamos llegar a un acuerdo bipartidista", declaró Pelosi hoy luego de concluir el intercambio de ideas con su contraparte de la Casa Blanca, agregando que "no eliminamos las prioridades (...) simplemente redujimos el cronograma de cuánto durarían estos beneficios".
El debate se logró retomar gracias a que ayer por la tarde los demócratas presentaron un nuevo plan fiscal por US$ 2,2 billones (millones de millones), recortando en más de US$ 1 billón su idea original, la cual hace meses dejó en un punto muerto la discusión.
Si bien la nueva propuesta está más cerca del tope de US$ 1,5 billones que el presidente Donald Trump explicó que respaldarían, todavía está lejos de un consenso. De hecho, a comienzos de mes los republicanos del Senado propusieron un paquete de ayuda "delgado" por US$ 650 mil millones, para hacer frente a la emergencia.
En el caso de no alcanzar un consenso en las negociaciones durante los próximos días, los demócratas de la Cámara de Representantes, liderados por Pelosi, sinceraron que pretenden votar de todas formas su propuesta a fines de esta semana, algo que ocuparían como estrategia de cara a las elecciones del 3 de noviembre.
La estrategia, sin embargo, no sería muy fructífera en términos de alivio, ya que la última vez que la oposición aprobó una iniciativa de este tipo unilateralmente -en mayo, específicamente un paquete de US$ 3,4 billones-, el Senado lo recibió y el proyecto sigue ahí.
Los detalles del plan
La propuesta publicada ayer proporcionaría otra ronda de pagos de ayuda directa de US$ 1.200 a individuos y US$ 500 adicionales por niño o adulto mayor dependiente, un recorte considerable desde los US$ 1.200 para dependientes propuestos originalmente por los demócratas.
También, contempla US$ 600 semanales en beneficios de desempleo adicionales hasta enero, mismo monto que el expirado en julio y que ayudó a que los ingresos disponibles aumentaran incluso cuando la economía entró en recesión.
Además, incluye ayuda para aerolíneas, restaurantes y pequeñas empresas, algo que no estaba en el paquete original de la Cámara, y también duplica el presupuesto destinado originalmente a escuelas.
Con todo, se incluyen US$ 75 mil millones para pruebas de coronavirus, rastreo de contactos y medidas de aislamiento, junto con US$ 28 mil millones para campañas de adquisición, distribución y educación para una vacuna segura y efectiva.
Pese a todas las reducciones, los republicanos advierten dudas. El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo a CNBC que el costo real del proyecto de ley de los demócratas es de US$ 2,6 billones, lamentando que cerca de un tercio del total está relacionado con temas que los republicanos no creen que estén estrictamente vinculados a la pandemia.