Christine Lagarde desata batalla en el BCE al anunciar revisión estratégica de la política monetaria
La meta de inflación y el rol de los bancos centrales en el cambio climático serán parte del debate que finalizará en diciembre y delineará la nueva forma de operar de la institución.
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El Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer que iniciará una revisión estratégica de su política monetaria, la primera en 16 años, con la que el banco examinará si debería alterar sus tenencias de bonos corporativos de 200 mil millones de euros (US$ 221 mil millones).
En su primera reunión del año y la segunda de Christine Lagarde frente al organismo, también se decidió mantener sin cambios -tal y como se esperaba- las tasas de interés para la zona euro.
Así las cosas, el costo del depósito -considerado actualmente como el instrumento monetario esencial del BCE- quedó en mínimos récord de -0,50%. En tanto, la tasa de interés de operaciones de refinanciación se mantuvo en 0,00% y la de facilidad marginal del crédito en 0,25%.
El directorio dijo en un comunicado que “espera que las tasas de interés clave del BCE se mantengan en sus niveles actuales o más bajos hasta que haya visto que la perspectiva de inflación converge de manera sólida a un nivel suficientemente cercano, pero inferior, del 2% dentro de su horizonte de proyección, y dicha convergencia se ha reflejado constantemente en la dinámica subyacente de la inflación”.
El BCE está tratando de explicar por qué años de estímulo monetario, incluidas medidas como tasas de interés negativas y compras de bonos que han provocado críticas políticas y demandas en algunas partes de la zona euro, todavía han dejado la inflación por debajo de la meta.
Batalla política
Casi tres meses después de convertirse en presidenta del BCE, Lagarde estableció el marco para una revisión que pretende completar en diciembre y que promete desencadenar debates contundentes sobre algunos de los temas más divisivos en el sector de los bancos centrales, como el cambio climático.
En diciembre, la autoridad había reconocido la necesidad de aplicar cambios en la institución y adelantó que sería un “ejercicio amplio” y que el banco “no puede operar como lo hicimos en 2003”.
De esta manera, se estará reconsiderando el objetivo de inflación que define el mandato básico de estabilidad de precios, junto con la efectividad y los posibles efectos secundarios de las herramientas utilizadas para lograrlo.
Además, se abordarán “otras consideraciones” que seguro desencadenarán fuertes debates respecto de cuánto deberían hacer las instituciones para enfrentar, por ejemplo, el cambio climático.
“Vamos a revisar una gran cantidad de problemas”, dijo Lagarde en la conferencia de prensa ayer. “Tendrá que ver con cómo entregamos, cómo medimos qué herramientas tenemos y cómo nos comunicamos”.
Y es que se examinará “cómo la estabilidad financiera, el empleo y la sostenibilidad ambiental, pueden ser relevantes para cumplir el mandato del BCE”.
Según Financial Times, los economistas dijeron que la ambiciosa agenda para la revisión, combinada con las profundas divisiones dentro del directorio del BCE y el calendario comprimido, significaban que esperaban que el proceso produjera sólo cambios modestos de política.
“No creemos que sea un paseo por el parque”, dijo al medio británico Katharina Utermöhl, economista senior para Europa en Allianz. “Estas son preguntas bastante fundamentales y ha habido divisiones dentro del directorio, por lo que sólo tener una revisión no significa que habrá unidad sobre cómo deberían resolverse”.
Sin embargo, Lagarde dejó claro que no se ve como “una presidenta despótica” y que “todas las opiniones son bienvenidas”. Pero sí dijo que “puede ser que no tengamos unanimidad y tenga que ser una decisión mayoritaria”.
Otros puntos
En este sentido, analistas de Bloomberg y FT destacaron que el proceso podría resultar en un “cambio al alza” en el objetivo de inflación, en línea con la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra. Ese movimiento probablemente retrasaría el momento de cualquier ajuste futuro de la política monetaria.
En otros asuntos tratados por Lagarde estuvieron los riesgos para las perspectivas de crecimiento del banco que, según Lagarde, permanecieron “inclinados a la baja”. Aún así, destacó que fueron “algo menos pronunciados” después de un “aumento moderado” de los precios y la firma de la “fase uno” del acuerdo comercial entre China y EEUU.
“Es algo que nuestros equipos están analizando con mucho cuidado para examinar cuál será el impacto (neto) sobre la zona del euro”, explicó.
La autoridad monetaria europea también está estudiando las ventajas e inconvenientes de crear una moneda de euro digital ante la aparición de rivales como la criptomoneda creada por Facebook.
De hecho, esta semana el BCE junto con otros cinco bancos centrales han formado un grupo de trabajo para valorar la creación de divisas digitales y compartir experiencias. Los otros bancos centrales son el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco de Suecia, el Banco Nacional de Suiza y el de Canadá, con la coordinación del Banco de Pagos Internacionales (BIS).