FMI: un cuarto de los bancos del mundo desarrollado está en situación vulnerable
El Fondo llamó a realizar ajustes para mantener la rentabilidad y adaptarse a nuevas realidades de negocio y estándares regulatorios.
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Si la economía global se recuperara y aumentaran las tasas de interés, un cuarto de los bancos en los países desarrollados seguiría estando en una posición vulnerable, advirtió ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Reporte de Estabilidad Financiera Mundial.
Según el documento, un grupo de instituciones financieras que administran cerca de US$ 12 billones (millones de millones) seguirían siendo demasiado débiles como para impulsar el crecimiento y continuarían susceptibles a eventuales golpes a la economía, incluso ante una mejora considerable en el escenario global. La mayor preocupación está en Europa, donde los bancos en esa condición controlan US$ 8,5 billones.
El largo período de tasas de interés históricamente bajas, sumado a la lenta actividad en los mercados financieros, los mayores requerimientos de capital y los préstamos incobrables, han reducido las ganancias de los bancos del primer mundo. Según el FMI, éstos deben impulsar reformas estructurales (como el cierre de sucursales y la consolidación del sector) para mejorar la rentabilidad.
El informe señala que “esto requerirá ajustar los modelos de negocios para mantener la rentabilidad y adaptarse a nuevas realidades del negocio y estándares regulatorios”.
El FMI agregó que los gobiernos pueden impulsar iniciativas legales para facilitar que las entidades se deshagan de los préstamos incobrables. Sólo en la eurozona, ello podría impulsar el capital de las instituciones desde una reducción de US$ 89.000 millones en 2015 a un incremento de US$ 67.000 millones, beneficiando principalmente a los bancos griegos e italianos.
Evolución del riesgo
De acuerdo con la publicación, “los riesgos de corto plazo para la estabilidad financiera global han disminuido desde el reporte de abril”, especialmente por una recuperación en los precios de las materias primas y los flujos de capital, así como medidas tomadas en China para reactivar el crecimiento. El Brexit, que inicialmente remeció a los mercados financieros, ha tenido efectos controlados, según la institución. “Los mercados se han ajustado a las preocupaciones sobre los riesgos negativos en la economía británica y potenciales contagios”, señaló.
No obstante, el FMI detectó una acumulación de riesgos de mediano plazo, pues “la desaceleración continuada en el crecimiento global” ha hecho que “los mercados financieros esperen un período prolongado de baja inflación y bajas tasas de interés, y un retraso aún mayor en la normalización de la política monetaria”.
El FMI detalló que “el clima político es inestable en muchos países. Una falta de crecimiento en los ingresos y un aumento de la desigualdad han abierto la puerta para políticas populistas y proteccionistas”.
Mercados emergentes
De acuerdo con el reporte, “los mercados emergentes también se están adaptando a un ambiente de menor crecimiento global, menores precios de materias primas y reducción del comercio mundial”. El desafío, apuntó el informe, “es lograr un desapalancamiento suave de los debilitados balances corporativos”.
Junto con ello, señaló el FMI, “el crecimiento continuamente rápido del crédito en China y los crecientes productos de la banca en las sombras (entidades informales) son riesgos crecientes a la estabilidad financiera”.
Organismo está preocupado por nivel récord de deuda
La deuda neta del sector no financiero se ha más que duplicado en términos nominales desde principios de siglo, según cifras del Monitor Fiscal del Fondo Monetario Internacional. El año pasado, la deuda mundial llegó a un récord de US$ 152 billones (millones de millones), o 225% del PIB global. De ello, cerca de dos tercios están en el sector privado, mientras que la deuda pública creció hasta llegar a 85% del PIB el año pasado, de un nivel de menos de 70% el año anterior.
El bajo crecimiento mundial, advirtió el Fondo, "genera un círculo vicioso, en el que la menor expansión frena el desapalancamiento y el alto nivel de deuda exacerba la desaceleración". El jefe fiscal del FMI, Vitor Gaspar, señaló que "el exceso de deuda privada es un obstáculo importante para la recuperación global y un riesgo para la estabilidad financiera".
El alto nivel de deuda complica a las autoridades de todo el planeta, que se han visto obligadas a utilizar la política fiscal para impulsar el crecimiento, debido a la falta de margen de maniobra desde el sector monetario. Gran parte proviene del boom en la deuda privada que se registró antes de la crisis financiera de 2008. Gaspar detalló que, aunque los hogares y las empresas en las economías desarrolladas comenzaron a economizar en la crisis, el desapalancamiento ha sido desigual y los malos préstamos han aparecido en las cuentas fiscales.
En tanto, las bajas tasas de interés generaron un aumento en la deuda corporativa en los merados emergentes. Los niveles de deuda privada ahora son altos en los países desarrollados y en algunos mercados emergentes grandes, como China y Brasil, que son considerados sistémicamente importantes para el sistema financiero global.
El FMI señaló que no hay consenso sobre qué nivel de deuda como porcentaje del PIB debería ser alarmante, pero que las crisis financieras tienden a asociarse con una deuda privada excesiva tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes. Según la entidad, la investigación muestra que la alta deuda se asocia con el bajo crecimiento, incluso cuando se evita una crisis.