China:la pantalla grande, cada vez más grande
La industria cinematográfica espera que la venta de entradas en el gigante asiático supere a la de EEUU el próximo año. Hollywood ya toma medidas para adaptarse a las demandas de este mercado.
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Una sirena llamada Shan es enviada a asesinar a un hombre llamado Xuan, cuyo proyecto inmobiliario amenaza la sobrevivencia de su especie. El homicidio no se concreta, ambos personajes se enamoran y, para salvar su relación, deben enfrentarse a una organización secreta que se dedica a cazar a dichos seres acuáticos.
Esa es la trama de “La Sirena” (originalmente titulada Mei ren yu), una película china estrenada en febrero y que, a la fecha, ha batido todos los récord de taquilla del país. Su recaudación en las salas de China supera largamente a la de superproducciones de Hollywood como Zootopia (Disney) o Capitán América: Guerra Civil, pese a que éstas tenían el doble de presupuesto.
Son cifras que Hollywood mira de cerca. Actualmente afianzada como el segundo mayor mercado para la industria cinematográfica, China va en rápido ascenso. El año pasado, la venta de entradas en el país llegó casi a US$ 7.000 millones, más del triple que en 2011 y un 48% más que en 2014.
La expectativa es que el crecimiento se mantenga y se acelere. Según proyecciones de PricewaterhouseCoopers, el gigante asiático se convertirá en el mayor mercado el próximo año, con US$ 10.300 millones en venta de entradas frente a US$ 10.100 millones de Estados Unidos. En 2020, la taquilla china superaría los US$ 15.000 millones.
Es algo que en la industria estadounidense reconocen. El jefe ejecutivo de Imax, Rich Gelfond, dijo en diciembre a Financial Times que su empresa ha logrado “crecer en 50% anualmente” en China desde que entró. “Las predicciones pesimistas para los sectores de exportaciones y manufacturas no se aplican a los gastos discrecionales del consumidor”, manifestó.
Adaptando el contenido
En un año en que los antihéroes son foco de atención cinematográfica, Deadpool fue un éxito rotundo. Es la tercera película con mayor recaudación en EEUU en lo que va de 2016 y la sexta a nivel mundial, pero su resultado pudo ser mejor, si no fuera porque la superproducción no pudo ser exhibida en China. Las autoridades del país no permiten altos niveles de violencia gráfica o desnudos, dos ingredientes que la cinta protagonizada por Ryan Reynolds tenía de sobra.
Por otra parte, una antigua ley del Partido Comunista que proscribe las supersticiones relacionadas con los espíritus para promover una visión secular de la sociedad china impidió que se exhibiera el remake de Ghostbusters y perdiera así la posibilidad de revertir la tibia acogida que tuvo en el resto del mundo.
Aunque 20th Century Fox sacó cuentas alegres con Deadpool, otras superproducciones de Hollywood hacen giros sutiles para conquistar un mercado fuertemente regulado y que permite apenas una treintena de películas extranjeras cada año.
Un ejemplo es la saga de Star Wars, cuya trilogía original era desconocida en el gigante asiático y que el año pasado, con “El Despertar de la Fuerza”, no logró el éxito esperado. El elenco de Rogue One, de la misma franquicia y que se estrenará este año, incluye a dos actores favoritos del público chino: Donnie Yen y Jiang Wen.
El mercado chino puede haber impulsado la producción de una película como Warcraft, basada en un juego virtual en que más de la mitad de los usuarios eran de ese país en 2011 y que incluyó a otra superestrella asiática: Daniel Wu. De los US$ 386,3 millones que recaudó la película fuera de EEUU, US$ 220,8 fueron en China.
Si no puedes contra ellos...
En enero de este año, el grupo chino Dalian Wanda -propiedad del hombre más rico de ese país, Wang Jianlin, y la mayor dueña de salas de cine en todo el mundo- anunció la compra del 100% de Legendary Entertainment, el estudio detrás de superproducciones como Godzilla o Jurassic World, en la mayor adquisición de una empresa china de entretenimiento fuera de su país.