Economía

Angela Merkel reconoce amenaza terrorista en plena carrera por un nuevo mandato en Alemania

Oposición de extrema derecha culpa a la líder moderada por las muertes en Berlín. En su propio partido hablan de que el país está “en estado de guerra”.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 21 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

A nueve meses de que la canciller alemana y líder de la centro izquierda europea, Angela Merkel, se someta a su cuarta elección popular, el terrorismo llega a la primera línea de la discusión política en su país, tras el ataque del lunes en que un camión se lanzó contra la multitud en una feria navideña de Berlín, matando al menos a doce personas y dejando heridas a otras 48.

En un discurso televisado desde la capital durante la mañana de ayer, la propia jefa de Estado reconoció que “en base a la evidencia actual, necesitamos asumir que esto fue un ataque terrorista”. Agregó que la investigación policial examinará “cada detalle, para perseguir con toda la fuerza que nos permita la ley”.

El responsable del ataque podría seguir en las calles. Ayer, el Estado Islámico señaló que uno de sus “soldados” había perpetrado el atentado.Sólo horas antes, la policía alemana había liberado al único sospechoso detenido el lunes –un joven de origen pakistaní que había pedido asilo–, al considerar que no había evidencias suficientes en su contra.

“Sería especialmente difícil para nosotros entender si se confirmara que la persona que cometió este acto fue alguien que buscaba protección y asilo”, reconoció Merkel, quien advirtió que “aún hay mucho que no sabemos con suficiente certeza”.

La canciller enfrenta creciente presión por endurecer la política de inmigración, que el año pasado permitió la entrada de casi un millón de refugiados, muchos de ellos provenientes de Medio Oriente.

Ayer, líderes del partido de extrema derecha Alternative fur Deustcheland (AfD) volvieron a criticar la apertura del gobierno. “Estos son los muertos de Merkel”, dijo el presidente del partido, Marcus Prezel, mientras Frauke Metry, también dirigente de la colectividad, señaló que “el terrorismo radical islamista ha golpeado el corazón de Alemania”.

Voces de alerta han venido también desde la coalición de Merkel. El ministro del Interior del estado de Saarland, Klaus Bouillon, –miembro del partido de la canciller, CDU– señaló a medios alemanes que “debemos decir que estamos en un estado de guerra, aunque algunas personas, que siempre quieren ver el bien, no quieren reconocerlo”. En tanto, el brazo de la CDU en Bavaria, CSU, reiteró su llamado a implementar un “replanteamiento fundamental” de la política hacia los refugiados.

Presión interna

De confirmarse el carácter terrorista del incidente, el mensaje resonaría profundamente en la comunidad germana, que está acostumbrada a la tranquilidad y valora altamente la seguridad personal.

Ello pone presión sobre el liderazgo, otrora incuestionable, de Merkel, cuyos once años en el poder le han valido el apodo de “mutti”, o “madre”. Aunque mantiene un nivel de aprobación que otros líderes europeos envidiarían, con 57% según una encuesta reciente, no es una cifra mayor que la de Martin Schultz, el ex presidente del Parlamento Europeo que renunció para competir contra ella por el cargo.

La popularidad de la canciller es sensible a las temáticas del terrorismo y la seguridad nacional. En julio, tras una serie de ataques menores que incluyeron un atentado suicida y un asalto con machete que dejó trece muertos, su aprobación llegó a un mínimo de 47%.

Frente a la presión, Merkel ha sido pragmática y ha cedido terreno, por ejemplo, en temáticas de seguridad, al permitir que parte de su partido respalde un proyecto para prohibir las burkas y asegurar que no se repetirá la “puerta abierta”.

Reacciones internacionales

La Unión Europea no ha logrado esconder las divisiones que genera la masiva entrada de inmigrantes a los países del bloque y el posible impulso a opciones populista.

En el Reino Unido, donde la policía evaluaba fortalecer la seguridad durante las festividades de fin de año, Nigel Farage –quien lideró la campaña a favor de que el país salga del bloque– señaló que se trataba de “una horrible noticia, pero no una sorpresa. Hechos como éste serán el legado de Merkel”.

En tanto, el ministro del Interior de Austria, Wolfang Sobotka, dijo que las fuerzas policiales aumentarían las medidas de vigilancia e insistió en que la ruta de los Balcanes, por donde ingresan muchos de los inmigrantes, deben tener revisiones biométricas y dactilares para controlar de mejor manera los movimientos de yihadistas extranjeros.

Por su parte, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, señaló que el ataque en Berlín cambiará las percepciones públicas sobre los refugiados. “Creo que la copa de la paciencia está empezando a colmarse y el público europeo espera con razón medidas más duras”, indicó.

En respuesta, el líder del Partido Popular Europeo, de centro derecha, Manfred Weber, señaló que lo sucedido en Berlín “no es un ataque contra un país. Es un ataque contra nuestra forma de vida, contra la sociedad libre en la que tenemos derecho a vivir”.

Imagen foto_00000002

 

Lo más leído