Transvip entró al negocio de las aplicaciones con foco en el segmento corporativo

La tradicional firma de servicios de transportes Transvip no se ha quedado atrás frente al avance de las plataformas internacionales como Uber. Desde 2018, la compañía ligada al empresario Gabriel Bitrán inició una estrategia para reconvertir su negocio asociado principalmente a los viajes hacia el aeropuerto. Y la primera fase de este plan se concretó en septiembre pasado al lanzar la primera versión de la aplicación de Transvip. A través de ella, los taxistas de la compañía pudieron conectarse con usuarios del terminal de Santiago y planificar los viajes de la misma forma en que lo hacen las tecnológicas transnacionales.

Ya en febrero, la firma logró tener 25 mil usuarios activos, y desde este resultado buscan ahora alcanzar un total de 80 mil clientes a diciembre próximo.

Para cumplir con la meta inicial, la compañía de capitales chilenos quiere atacar principalmente al segmento empresas mediante la oferta de sus productos vía aplicación. Eso significa competir contra Uber Black, Cabify Empresas y la opción premium de Didi. “Siempre hemos sido una empresa de solución de transportes hacia el aeropuerto, pero ya no somos sólo eso. Ahora nos dedicamos a atender clientes corporativos, donde competimos contra Cabify empresas”, indicó el gerente general de Transvip, Santiago Caicedo.

Cuando partió hace diez años, Transvip sólo atendía a pasajeros del terminal aéreo de Santiago, pero en los años siguientes decidió expandirse al cliente corporativo, negocio que creció a tal punto que pasó a representar del orden del 70% de la operación total.

Para cubrir esta nueva expansión, Transvip deberá elevar su flota a 5.000 automóviles, lo que significa un aumento de 66% respecto de su parque actual, lo cual implicará un desembolso de US$ 2 millones en vehículos nuevos. En este sentido, la empresa apunta a duplicar su portafolio de socios a niveles de 1.000 clientes corporativos a diciembre.

La fórmula para el negocio de las apps

Transvip inició hace dos años su transición tecnológica para subir el estándar de su operación y dejar atrás su imagen limitada a la operación de rutas terrestres el aeropuerto.

En 2018 los ejecutivos comenzaron la búsqueda de un líder que contara con experiencia en el mundo de las aplicaciones de transportes y llegaron hasta las dependencias de Uber, desafío que encargaron al entonces gerente operaciones, Santiago Caicedo.

El ejecutivo, de origen colombiano, aceptó la misión de reconvertir el negocio de Transvip y durante los primeros seis meses en su cargo analizó la mejor estrategia para sentar las bases de la aplicación. Al final, se decidió descartar la alternativa de sumar un partner y optaron por armar un centro tecnológico en la India donde trabajan 25 personas.

Esta nueva línea de negocios implicó una inversión cercana a US$ 3 millones, y Caicedo explica que eligieron ese país por la calidad de sus productos y la “buena relación costo-beneficio”.

“El cambio más radical a mi llegada fue que nos lanzamos a abrir un centro de desarrollo en la India. Se dio ese paso de construir una plataforma y la aplicación desde cero porque podemos hacerla a nuestra medida. Al tener nuestra propia tecnología podemos hacer todos los cambios que queramos y adaptadas a nuestros clientes”, señaló el ejecutivo.

La primera versión lanzada en septiembre ha tenido doce nuevas modificaciones en estos seis meses de funcionamiento, ya que cada dos semanas hay una actualización con mejoras. Uno de los ajustes recientes al modelo de la app respondió a una petición de uno de sus clientes, para lo cual se introdujo una función para regular las horas de conducción de los taxistas, monitoreado su estado de fatiga a tiempo real. Esta medición se adapta a la persona y evalúa sus tiempos de descanso y los lapsos que pasa frente del volante. Entonces, cuando el software detecta que el chofer tiene un alto grado de fatiga puede desconectarlo de la aplicación