Las claves de Contraloría para impulsar su digitalización con el uso intensivo de datos

Durante los meses de confinamiento producto de la pandemia, la Contraloría General de la República comenzó a delinear los ejes de un nuevo plan para digitalizar sus procesos internos. La idea, dijo el titular Jorge Bermúdez, tener "una Contraloría impulsada por datos", cuya iniciativa busca implementar el uso intensivo de los macrodatos en las funciones de auditoría, jurídica y contable del organismo. 

De acuerdo a Bermúdez, "se trata de una de las transformaciones más relevantes en la historia de la Contraloría, que surge tras varias recomendaciones del Banco Mundial (BM) y que apunta a promover la utilización masiva de información en la labor fiscalizadora".

Consultado sobre la propuesta que hizo la institución con sede en Washington a su entidad, el contralor respondió que lo más relevante fue considerar la implementación de big data como un proyecto central para la organización. El objetivo detrás de esto es impactar, innovar y conectar a través de su trabajo al ente fiscalizador con los ciudadanos. 

Esto significó armar una hoja de ruta de nueve fases para implementar entre 2021 y 2024, con tres hitos relevantes: lo primero, será la unificación de Arquitectura Tecnológica que involucra a los sistemas desarrollados que tienen entre 1 y 13 años de antigüedad, y que además poseen tecnologías diversas. 

La segunda arista será la consolidación de las unidades de análisis para poder desarrollar estudios sobre los datos de su negocio. Y finalmente desplegar un open data que permite la integración y limpieza de la información para ponerlos a disposición a la ciudadanía.

Esto significa que, a contar de este año, los funcionarios tendrán planes formativos que involucra más usuarios en Python, Tableau, SQL y Análisis de datos.

"La extensión del uso intensivo de datos permitirá ampliar el rango de control que desarrolla la Contraloría, así como poner a la institución a la vanguardia en el desarrollo de sus funciones", precisó Bermúdez.

Un ejemplo de ello, es que actualmente la institución cuenta con más de 1.300 millones de registros disponibles.  Ahora, con el impulso tecnológico la División de Auditoría, podrá analizar el universo completo de datos, mientras que antes solo era posible auditar una única muestra.

"Gracias al uso masivo de datos se están desarrollando una serie de auditorías, por ejemplo, al Bono Clase Media; compras y gastos vinculados a la pandemia; y el Plan Alimentos para Chile, entre otros. El área contable también ha comenzado a implementar el uso masivo de datos, en particular, en la elaboración de un informe que cuantifica el gasto de Estado en la pandemia", expresó Bermúdez. 

Contraloría en tiempos de pandemia

La propagación de coronavirus fue clave para acelerar el desarrollo tecnológico del ente fiscalizador. Como antecedentes, ya en 2019 se había implementado un programa de teletrabajo para alrededor de 100 funcionarias y funcionarios.

Sin embargo, en 2020 esto se intensificó, lo que impulsó la labor de fiscalización. Durante el año pasado, y gracias a que la ciudadanía y el organismo estaban funcionando de manera remota, se alcanzó a reportar 39.214 denuncias. Eso es un 96% más que en 2019, cuando este ítem estaba en 20.027. Si se comprara con 2015, el número llega a un crecimiento de 751%, cuando hubo 4.608 denuncias. 

También los dictámenes de Contraloría aumentaron, llegando a los 26.638 emitidos en 2020. Respecto a 2015, la cifra crece en 5.000 los dictámenes emitidos anualmente.