La batalla que enfrenta a Nestlé y Cadbury por el formato de “KitKat”

Una interesante batalla legal llevan adelante las multinacionales Nestlé y Cadbury.

Las compañías están enfrascadas en una disputa por el chocolate “KitKat”. Pero la discusión no se centra en la marca, sino que en la forma del chocolate.

En 2006, Nestlé registró como propio el formato del chocolate, pues lo consideró parte distintiva y diferencial de la marca. Sin embargo, Cadbury apeló pues señaló que la forma del chocolate era un formato estándar.

Después de años de fallos y apelaciones, parecía que Nestlé ganaría la disputa. Sin embargo, tal como consigna el diario español Expansión, la Oficina de Marcas de Reino Unido le acaba de dar la razón a Cadbury.

Con todo, este no es el fin del conflicto, ya que Nestlé tiene protegido el formato de cuatro tabletas a nivel de la Comunidad Europea y, además, anunció que apelará.

Esta no es la primera batalla legal que se registra por la marca tridimensional de un producto. Coca Cola tuvo que dar una larga batalla en Japón para que la oficina de patentes de ese país le otorge el registro de su icónica botella.

Por otro lado, la oficina de patentes de la Comunidad Europea le negó a Lego que inscribiera sus clásicos ladrillos de plásticos. La autoridad argumentó que la forma cumplía una función técnica y no de marca propiamente tal.

Distintividad 


Si bien, la marca tridimensional suele ser de producto, nada impide que sea de un servicio. Son muchas las marcas de estaciones de servicio que han solicitado como marca la forma y colores de la gasolinera.

Las autoridades suelen exigir la distintividad adquirida de las marcas tridimensionales para admitirlas a registro, salvo que sean puramente arbitrarias. Por ejemplo, en Alemania no se admitió como marca tridimensional una botella que tenía una lágrima de aire en su pie por faltar la acreditación de la distintividad sobrevenida, señala Expansión.

Algunas de las marcas tridimensionales más reconocidas a lo largo del mundo son las del chocolate Toblerone y el sistema de audio Bang & Olufsen Beolab 8.000.