CCU concreta su entrada al mercado colombiano vía joint venture con Postobón
Desembarco al país cafetero representará un desafío mayor, pues SABMiller tiene un 99% de market share. Levantarán una planta de cervezas y malta, y ya cuentan con la representación de Heineken.
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La Compañía Cervecerías Unidas (CCU) cumplió otro de los objetivos de su plan estratégico: arribar al mercado colombiano. Y nuevamente lo hizo de la mano de un socio estratégico local, el conglomerado de bebidas Postobón, conversaciones que adelantó Diario Financiero en agosto de este año.
La chilena, ligada a Quiñenco y Heineken, informó a la SVS que la firma vinculada a la familia Ardila Lülle y CCU tendrán cada uno el 50% de participación en una nueva empresa denominada Central Cervecera de Colombia, negocio que involucra un plan de inversiones por aproximadamente US$ 400 millones y que se ejecutará en etapas durante los próximos tres a cuatro años.
La hoja de ruta
El grupo detalló que el plan contempla, entre otros aspectos, levantar una planta cervecera al norte de Bogotá, en el municipio de Sesquilé, que tendrá una capacidad inicial de 3 millones de hectolitros anuales y generará cerca de 1.000 empleos durante su construcción y hasta 1.800 empleos directos e indirectos durante su operación.
Postobón, por su parte, aportará con su red de distribución, cadena de suministro y conocimiento del mercado local de bebidas, lo que se sumará a la experiencia que tiene CCU en Chile y en otros países de la región.
Desde la firma chilena detallaron que Central Cervecera de Colombia tendrá un amplio portafolio de productos, en todos los segmentos de las categorías de cervezas y maltas con marcas nacionales, regionales y líderes globales.
La primera fase de operación de esta nueva compañía será la constitución de una plana ejecutiva y la importación y distribución de Heineken.
"Con el ingreso a Colombia, CCU suma su sexto mercado, en línea con la estrategia de expansión regional definida en su Plan Estratégico 2014-2016. Estamos muy satisfechos por haber encontrado en Postobón un socio de negocios robusto, que tiene un profundo conocimiento del mercado local, una larga trayectoria en la creación de marcas y una amplia red de distribución en Colombia. Estamos seguros que uniendo nuestras experiencias, capacidades y portafolios desarrollaremos y dinamizaremos el mercado colombiano, brindando un futuro con grandes beneficios para nuestros clientes, consumidores y empleados," aseguró Patricio Jottar, CEO de CCU.
Por su parte, Miguel Fernando Escobar, presidente de Postobón, resaltó que "este proyecto está en línea con la redefinición de la estrategia de nuestro negocio, donde la compañía pasará de su portafolio tradicional a un modelo de negocio basado en la multicategoría. Usando nuestra fuerza de distribución, ampliaremos la oferta de productos a nuestros clientes, y con especial énfasis, miraremos las marcas de alto valor percibido por el consumidor. Es así como de la asociación con CCU identificamos la oportunidad de entrar al mercado de cerveza que tiene un claro potencial de expansión y donde entraremos con productos y marcas de la más alta calidad, que motiven e inspiren al consumidor colombiano".
La génesis y los desafíos
Desde hace algún tiempo CCU se propuso ser un actor relevante en la región. En ese contexto, una de las metas fue sumar a Colombia a las posiciones que ya tienen en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile.
Durante el año hubo constantes viajes de altos ejecutivos de la compañía controlada por el grupo Luksic hacia el país, lo que finalmente tuvo frutos. Conocedores del proceso comentan que los candidatos que existían eran Postobón y la misma Bavaria, esta última ostenta el control casi total del mercado cervecero en ese país y su dominio del mercado es tal, que ni siquiera la número uno a nivel mundial, ABInBev, ha intentado entrar en la disputa de este mercado.
Según comentan, CCU decidió retar al dominante y escogió a Postobón por sus capacidades para crecer en ese negocio. Para la firma chilena los recursos no serían problema, gracias al aumento de capital que la firma realizó en 2013, en el cual recaudó unos US$ 658 millones. Uno de los destinos para esos fondos era, justamente, financiar el crecimiento inorgánico de la compañía.
Quiñenco vuelve a replicar fórmula de asociación para crecer
El grupo Luksic vuelve a sorprender con una potente asociación, esta vez de carácter internacional para llegar a uno de los mercados más codiciados por el holding chileno de bebidas: Colombia.
Se unió nada menos que a uno de los mayores conglomerados industriales del país cafetero, ligado a la familia Ardila Lülle. De hecho su fundador y promotor, Carlos Ardila, este año fue reconocido como el mejor empresario de ese país.
Tal reconocimiento no es sorpresa, pues por más de 60 años este hombre de negocios ha construido un grupo empresarial con presencia en al menos seis sectores, y varias de sus firmas están entre las 150 más grandes de ese país.
En los escalafones por activos al cierre del 2013 que realiza la Superintendencia de Sociedades, Postobón ocupó el puesto 31, Incauca se ubicó en el 115 y RCN Televisión alcanzó la casilla 132, por mencionar algunas.
Actualmente, Postobón es la mayor empresa de bebidas no alcohólicas en el mercado colombiano, gracias a un portafolio de más de 35 marcas, entre ellas, Colombiana, Pepsi, 7UP y Canada Dry.
El año pasado reportó una utilidad neta de US$ 40 millones, con US$ 447 millones de ingresos operacionales y un Ebitda de US$ 135 millones.
Cuenta con 12.500 empleados directos e indirectos, 23 plantas de operación, 66 centros de distribución y atiende 490.000 clientes en Colombia.
Alianzas clave
A lo largo de su historia el holding empresarial de la familia Luksic ha demostrado tener una premisa clara para dar el salto internacional en cualquiera de los mercados en los que participa: tener un socio local fuerte, con experiencia y que de garantías para una relación a largo plazo.
Es así como en bebidas se asociaron en 2003 con Heineken, una de las tres compañías cerveceras más grandes del mundo y que hoy acompaña a la firma de Luksic en su llegada a Colombia.
Asimismo, Quiñenco se asoció en 2007 con Citigroup mediante la fusión con Banco de Chile, robusteciendo la posición del banco en el país.
En el ámbito industrial, Quiñenco ingresó a la propiedad de la francesa Nexans cuando le vendió su unidad de cables de Madeco, convirtiéndose así, en el principal accionista individual de la gala.
En la minería, la familia Luksic también ha sabido cerrar alianzas estratégicas, y es así como el año pasado ingresó a la propiedad del proyecto de generación eléctrica Alto Maipo, de AES Gener, mediante Antofagasta plc. Así, la minera de la familia aseguró un contrato de suministro eléctrico por 20 años para Los Pelambres.
En estos días, el negocio de portacontenedores de CSAV, firma naviera ligada a Quiñenco, está adportas de lograr todas sus aprobaciones para cerrar su fusión con la alemana Hapag-Lloyd. Así, la naviera pasaría de ser un actor local, a convertirse en la cuarta compañía más importante del mundo en portacontenedores.