Arauco alerta impacto en celulosa por devaluación del yuan

Ya no solo la ralentización de la demanda por materias primas desde China y su efecto en los precios preocupa a Celulosa Arauco.

Ahora, la devaluación de la moneda china introdujo un nuevo grado de incertidumbre al mercado de la celulosa. Así lo señaló la compañía controlada por Empresas Copec en su análisis de resultados para 2015, donde sostuvo que los plazos que van entre la decisión de compra y el pago de los embarques están afectados por este fenómeno.

“Un factor bastante nuevo que está alterando el mercado chino es la devaluación de la moneda China, el Yuan. Este factor y sus efectos es algo nuevo para los productores de papeles y agrega una incertidumbre adicional principalmente considerando que desde que un comprador toma su decisión de compra fijando el precio pueden pasar entre 90 y 120 días hasta que el producto es importado, periodo en el cual el tipo de cambio US$Yuan puede experimentar cambios”, sostuvo.

La firma señaló que en el último trimestre de 2015, los precios de la celulosa de fibra larga y corta bajaron entre 8% y 10% en el mercado asiático, mientras que en el mercado europeo retrocedieron entre 4% y 6%.

“La incertidumbre, menor crecimiento y volatilidad de sectores de la economía China han impactado el mercado de papeles en general y la demanda por celulosa, los inventarios en papel han aumentado incluso con tasas de producción reducidas”, dijo.

China es el mayor mercado para la pulpa que produce Arauco y concentra el 48% de las ventas de celulosa.

Resultados a la baja

Una caída de 15% anotaron las utilidades de Celulosa Arauco el año pasado. La firma obtuvo ganancias por US$ 367,7 millones entre enero y diciembre del año pasado, frente a los US$ 436,9 millones del mismo periodo de 2014.

Por línea de negocios, la facturación en el segmento maderas cayó 13,8% el año pasado, mientras que en paneles retrocedió 2,4%, esto principalmente por la baja de precios de los productos en diversos mercados y la mayor competencia de otros fabricantes, como Brasil, los que ante la devaluación de su moneda buscaron alternativas para colocar su producción.