Claves de la encuesta CEP: a solo dos meses de la elección presidencial, el 50% está indeciso
Boric y Sichel se despegan del resto de los candidatos en adhesión, pero ambos con bajo porcentaje, 13% y 11%, respectivamente. La carrera a La Moneda sigue muy abierta ya casi encima de los comicios.
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La mitad de indecisos
La carrera presidencial sigue completamente abierta, a solo dos meses de las elecciones del 21 de noviembre. La mitad de los consultados por el CEP (50%) no sabe por quién votará en las presidenciales o no lo responde. Si se le suman el porcentaje de las personas que apuesta por candidatos que no van a la papeleta, un 65% no tiene todavía una persona que prefiera o su candidato no estará en la elección, explicaron en el CEP. Si bien la carrera se enfoca en los candidatos Gabriel Boric y Sebastián Sichel– la tercera en el tablero, Yasna Provoste, todavía no ganaba la consulta de su bloque– ambos candidatos muestran un respaldo bajo, de 13% y 11%, respectivamente, lo que resulta especialmente llamativo porque quedan solo dos meses para las elecciones (la diferencia entre ambos está en el margen de error, del 2,8%).
En la última encuesta CEP antes de las últimas presidenciales de 2017, en una fecha similar a la actual, un 36,4% no tenía candidato o no respondía, lo que muestra que los niveles de indecisión están siendo especialmente altos en esta ocasión. El postulante que finalmente llegó a La Moneda, Sebastián Piñera, a dos meses de la presidencial tenía un 32,8% en esta misma encuesta.
Boric obtiene un 25% en la pregunta sobre ¿quién cree que será el próximo presidente de Chile?, lo que no indica adhesión. Está doce puntos por sobre su respaldo, casi el doble, lo que indica una suerte de resignación de parte de la población.
Las manifestaciones de 2019 pierden reputación
A casi dos años de las revueltas sociales de octubre de 2019, uno de los puntos llamativos de la encuesta CEP apunta a la caída de la reputación de las protestas, es decir, a que la gente no se identifica con el estallido igual que antes. Si en diciembre de 2019 un 55% reconocía apoyar las manifestaciones, este porcentaje cayó ahora a un 39% (16 puntos). Sube el porcentaje de personas que manifiesta rechazo: de 11% a 26% (15 puntos).
A su vez, todas las acciones de protesta tienen menos respaldo: la marcha, la evasión del transporte, las barricadas o destrozos, los saqueos y los incendios en edificios o locales comerciales.
Baja la expectativa en la nueva Constitución
La encuesta CEP muestra una caída en las expectativas puestas en la nueva Constitución, aunque el sondeo hizo el trabajo de campo incluso antes de que la investigación periodística de La Tercera destapara el caso del convencional Rodrigo Rojas Vade. Entre diciembre de 2019 y ahora, bajó de 56% a 49% el porcentaje de los que piensan que una nueva carta fundamental “ayude a resolver los problemas” de Chile. Aumenta de 25% a 30% los que creen que “probablemente deje las cosas igual” y sube, también, la cantidad de personas que estiman que “probablemente empeore la situación actual”.
Con un apabullante respaldo al diálogo –un 61% quieren que los convencionales privilegien los acuerdos, aunque tengan que ceder–, la Convención goza de mayor confianza que otras instituciones políticas como el Gobierno, Parlamento y partidos (que siguen en el suelo), pero confía más en Carabineros –pese a su crisis–, municipalidades, FF.AA., PDI, radios y universidades, las que lideran la tabla de la encuesta CEP (probablemente por el papel que han cumplido en el marco de la pandemia).
Mala evaluación de personajes políticos
Salvo probablemente la subsecretaria de Salud, Paula Daza, que encabeza la lista de los mejor valorados con un 46% de evaluación positiva, los personajes políticos mejor calificados por la ciudadanía no tienen números para descorchar champaña. Porque junto al respaldo, todos tienen altos niveles de rechazo. Pamela Jiles, por ejemplo, la segunda tras Daza, tiene 36% de valoración positiva y 37% de negativa.
Entre los candidatos presidenciales, Sichel tiene 34% de evaluación positiva y 32% de negativa. Boric está incluso peor, 29% de valoración positiva y 34% de negativa. Yasna Provoste, 23% de positiva y 38% de negativa.
En definitiva, ninguno de los evaluados –con excepción de Daza, que roza el límite, pero hacia abajo– se encuentra en la mitad superior de los con mejor nota (50%), que se observa claramente en una gráfica del CEP. Hace cuatro años y dos años atrás, pre estallido, sucedía algo similar. No sobresalen grandes liderazgos muy conocidos y bien valorados, sin rechazo.
Además, varios presidentes de partidos están entre los peor evaluados, entre ellos Álvaro Elizalde, Guillermo Teillier, Francisco Chahúan y Javier Macaya. En este grupo se observa al ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
Delincuencia vuelve a la primera prioridad
La seguridad pública vuelve a instalarse como el principal problema al que debería ocuparse el Gobierno, tal y como sucedía antes del estallido social de 2019. La delincuencia, los asaltos y los robos (42%) quedan por sobre otros asuntos de la agenda, como pensiones (41%), salud (38%), educación (35%) y pobreza (23%). En la encuesta CEP de diciembre de 2019 -en los meses álgidos de las revueltas–, las pensiones eran la primera preocupación de la gente por lejos, seguida por salud, educación, sueldos y –en un quinto lugar– la delincuencia. Probablemente, este asunto dará ciertas luces a las candidaturas presidenciales y a los discursos que tendrán que desplegar con miras al 50% de indecisos.
Las mejores expectativas económicas no ayudan al Gobierno
La encuesta CEP muestra una leve mejoría de la opinión de la gente sobre la situación económica actual del país y de las propias personas. Actualmente, un 31% considera que es buena su situación económica personal, la más alta desde 2007 y seis puntos arriba que la encuesta de diciembre de 2019, cuando un 25% estimaba que si situación económica actual era buena o muy buena. Con respecto a Chile, también hay una tendencia al alza. Un 18% cree que es buena o muy buena la situación económica del país, el doble que en diciembre de 2019 (9%). Sin embargo, esta percepción está lejos de ser de las mejores de la última década, donde se ha llegado a un peak de 28% a fines de diciembre de 2012, en medio del primer mandato de Piñera.
Resulta llamativo que lo que se piensa respecto de la economía no logre levantar al Gobierno, que –pese a un alza de 10 puntos en aprobación– tiene un 16% de respaldo y un 68% de rechazo (que estaba en 82% en diciembre de 2019), a solo seis meses de dejar el poder.