Hacienda sigue apostando por un crecimiento del PIB este año, pese a recorte en sus proyecciones
El Ejecutivo también ve un deterioro mayor a lo esperado en los ingresos y un gasto más alto. Esto implicará un déficit fiscal más abultado.
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El Gobierno recalibró sus proyecciones para la economía chilena, moderando levemente su optimismo pero todavía esperando que la actividad esquive la recesión para el 2023 en su conjunto. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, junto a la directora de Presupuestos (Dipres), Javiera Martínez, presentaron este miércoles el Informe de Finanzas Públicas (IFP) ante la comisión de Hacienda del Senado, donde actualizaron el panorama macro y fiscal para este año.
El Ejecutivo recortó en una décima -en relación al IFP de abril- la proyección de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) para el actual ejercicio, situándola en 0,2%.
La merma viene de la mano de un menor desempeño del sector minero, cuyo PIB se expandirá un 4% según Hacienda, nueve décimas por debajo de lo proyectado en abril, cuando se presentó el anterior IFP.
El PIB no minero, en tanto, mantiene su estimación de una caída de 0,5% para el año en su conjunto.
En su presentación, Marcel explicó que de todas maneras el escenario económico tanto a nivel internacional como interno se caracteriza por una mejoría en los indicadores de riesgo financiero, así como la continua reducción de la inflación.
El secretario de Estado expuso que si se compara con el trimestre anterior, la economía creció en el primer cuarto de este año: “Se espera que para la segunda mitad del año el nivel de actividad supere al del año pasado, con un crecimiento cercano a cero en el conjunto del año”, argumentó.
La proyección de demanda interna empeoró a una caída de 4,1% este año, seis décimas peor a lo esperado hace tres meses.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) promedio, a su vez, se redujo en una décima, a 7,8%, para este año.
Operación Renta merma los ingresos
Por el lado de las entradas de recursos, los ingresos totales del Gobierno Central ascenderán a $ 65.490.247 millones este año, lo que representa un 23,2% del PIB y una baja de 1,2% respecto a lo estimado en el IFP de abril. Para el año en su conjunto, esto implica que lo ingresado a arcas fiscales caerá un 10,9% respecto al 2022.
¿La razón? La directora de Dipres explicó que la baja viene de la mano de menores ingresos a los esperados por impuestos, al ya incorporarse los resultados efectivos de la Operación Renta 2023, que se basa en el ejercicio comercial del 2022.
En esta línea, los ingresos tributarios netos totalizarán $ 52.837.586 millones este año, 1,5% por debajo de la proyección anterior y una contracción de 11,6% en 2023 en total. En el detalle, la tributación de la minería privada (-35,7%) y los aportes de Codelco (-40%) explican parte importante del menor desempeño. Las rentas proyectadas por la propiedad caerán un 24,3%, partida en la que están contabilizados los ingresos por el arrendamiento de salares de litio a Albemarle y SQM.
De esta manera, el gasto público crecerá un 0,7% este año respecto al 2022, una décima superior a lo que estimaban Hacienda y Dipres hace tres meses. Martínez argumentó que si bien hay $ 64.932 millones menos de gasto por intereses de la deuda, aquello se neutraliza con un mayor gasto por $ 94.582 millones relacionados a ayudas estatales por ayudas en el marco de emergencias naturales, principalmente los incendios durante el verano.
¿El resultado de ingresos y gastos? Este año el déficit efectivo de las arcas públicas representará un 1,9% del PIB, tres décimas por sobre lo que se proyectaba hace tres meses. De todas formas, sigue lejos del -2,7% del Producto con que Hacienda elaboró el Presupuesto a fines del año pasado.
Deuda bruta del Fisco cerrará el año representando un 38,1% del PIB
El IFP también actualizó el panorama para la deuda bruta del Gobierno central para este año.
Así, Hacienda y Dipres prevén que el nivel de acreencias del Estado representarán un 38,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en diciembre, una décima por sobre lo que se esperaba en el reporte de hace tres meses.
Esto principalmente es explicado por el financiamiento de un mayor déficit fiscal efectivo respecto a lo estimado.
Ahora, en el escenario de largo plazo, la proyección del Gobierno apunta a llegar a un 42% del Producto hacia 2027, un aumento de nueve décimas respecto al IFP del primer trimestre.
Esto implica una trayectoria de deuda bruta de 40,9% en 2024, de 42,3% en 2025, 42,2% un año más tarde y 42% en el cierre del horizonte de proyección. La directora Martínez recalcó que el ratio sigue bajo el nivel sostenible, de hasta 45% del PIB.