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Centro de Microdatos de la U. de Chile se vuelca a medir el impacto de la pandemia

Modificaciones en el cuestionario de la encuesta de ocupación y desocupación del Gran Santiago junto a otros dos proyectos más buscan levantar datos sobre el efecto que ocasiona la crisis sanitaria en la ciudadanía.

Por: Pamela Cuevas V. | Publicado: Lunes 15 de junio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Primero los paralizó y luego los desafió. Así fue el paso de la pandemia por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, que una vez que se declararon las primeras cuarentenas en Santiago a partir del 18 de marzo se vio obligado a detener las encuestas en terreno. Una de ellas, la emblemática de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago.

“Hicimos varios cambios, tuvimos que ajustar el cuestionario para hacer ciertos chequeos y agregamos opciones que tienen que ver con la pandemia”, comenta al teléfono la directora ejecutiva del centro, Lorena Flores.

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Desde modificaciones al cuestionario para capturar los fenómenos que se producen en el mercado laboral y los ingresos de las personas en el contexto de la crisis sanitaria que vive el país, hasta adaptar una versión que fuese compatible con la modalidad telefónica fueron parte de los ajustes. También sumaron preguntas para chequear los motivos de la desocupación, identificar a quienes estuviesen acogidos a la Ley de Protección del Empleo y registrar los cambios en el modo de realizar el trabajo. Otras variaron para levantar información sobre la pérdida de ingresos.

Para la próxima encuesta, que dará cuenta de lo que ocurrió en el plano laboral en junio, se evalúan otras posibles modificaciones, apuntando a los subsidios durante la crisis.

“Agregar una o dos preguntas significa extender el cuestionario. Cuando es telefónica las tasas de respuesta caen según lo extenso”, explica. Como referencia entrega que un cuestionario que se extienda por más de 20 minutos ya pone en riesgo el nivel de logro que se pueda alcanzar. Por eso, la tasa de respuesta de 62,6% que se obtuvo en abril la sorprendió, tomando en cuenta que en duración la primera versión telefónica fue superior al óptimo requerido y que como expectativa “esperábamos tener una tasa del 25%”.

Del conflicto social a la crisis sanitaria

Ya llevan dos encuestas en esta modalidad y ahora se suma una tercera, todas dedicadas a la temática del coronavirus y sus efectos. En ellas evidencian que las personas “quieren contestar” y “quiere hablar del tema”, lo que explica en gran medida el éxito alcanzado en los indicadores de participación.

La primera, realizada en abril, fue encargada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dirigida a recolectar información sobre percepciones de cómo la pandemia afecta en los hogares en tres regiones del país: Valparaíso, Metropolitana y Biobío. Luego vino la de empleo entre el 17 de abril y el 5 de mayo y ahora se sumó una a nivel nacional que es el Termómetro Social.

“Estamos procesando los datos del Termómetro Social, que cambió. Esta encuesta surgió por el movimiento social y en esta versión lo que hicimos fue dar un giro hacia la pandemia”.

Las preguntas buscan saber sobre el estado de la salud mental y general de la ciudadanía. Además sumó un módulo completo sobre la situación laboral, los ingresos, subsidios y otro de opinión sobre las diferentes acciones que ha adoptado el Gobierno durante la emergencia sanitaria.

“No vamos a entregar una tasa de desempleo, pero vamos a poder mostrar el impacto a nivel nacional de no haber ido a trabajar, de quiénes están trabajando desde la casa, de si están perdiendo ingresos o qué tipos de subsidio están recibiendo”, detalla.

La economista comenta que sólo hubo una pregunta que se mantuvo de la versión original que es sobre la fecha del plebiscito constitucional en octubre.

“Esa es la única que mantuvimos y fue fruto de la discusión pública que se está dando ahora. Pero todo lo demás está ajustado a la pandemia”, clarificó.

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