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No hay una sola fórmula: las recomendaciones de la OIT para jornadas de trabajo equilibradas

Por: Carolina León | Publicado: Miércoles 25 de septiembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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En medio del intenso debate por la reducción de la jornada laboral en el país, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó la “Guía para establecer una ordenación del tiempo de trabajo equilibrada”, un texto para gobiernos, empleadores y trabajadores en el cual entrega consejos para enfrentar las nuevas tendencias económicas que han traído consigo “horas de trabajo cada vez más diversas, descentralizadas e individualizadas”.

La entidad recalca que los horarios deben organizarse según los principios del “tiempo de trabajo decente”, lo cual significa que mujeres y hombres ocupados tengan condiciones de libertad, igualdad, seguridad y de dignidad humana.

De acuerdo a la entidad, la aplicación de sus consejos -en el caso de los ocho esquemas descritos- puede traer beneficios como la disminución del ausentismo laboral, la retención de talentos y la mejora de la contratación de nuevos empleados.

Horas extraordinarias:
"Un recurso excepcional"

De acuerdo a la OIT, las horas extraordinarias -que son una prolongación de la jornada ordinaria-, no deben ser consideradas como una estructura de organización del tiempo del trabajo. Dado este punto de partida, la entidad entrega diversas recomendaciones en torno a esta figura, ya que asegura que "los horarios semanales prolongados suelen venir acompañados de cansancio agudo y crónico, lo que puede resultar en problemas de salud".
Para evitar ello, el organismo sostiene que las horas extraordinarias deben ser "debidamente compensadas, ya sea en efectivo, con tiempo libre compensatorio o una combinación de estas dos formas, según corresponda; y distribuidas de manera equitativa entre los trabajadores para reducir los efectos adversos de una cantidad excesiva de horas de trabajo".

Una labor por turnos: Qué hacer y qué no

Como una "manera de organizar el tiempo de trabajo en la que los trabajadores se van sucediendo en el lugar de trabajo, de tal modo que el establecimiento pueda funcionar más allá del horario laboral de cada trabajador en diferentes momentos del día" define la OIT la figura de los turnos.
Ya sean fijos o rotativos, la entidad recomienda que para que esta modalidad funcione, la empresas deben "evitar intervalos breves entre turnos; garantizar un período de descanso mínimo entre turnos; evitar las horas de entrada muy tempranas
(por ejemplo, 6 de la mañana)", entre otras.
En tanto, una buena práctica sería evaluar las necesidades de los trabajadores individuales, por ejemplo, su estado de salud, su situación personal y tratar de adaptar el trabajo por turnos que se le asigne en función a estas necesidades".

Trabajadores a tiempo parcial: "No discriminarlos"

En el Convenio respectivo fechado en 1994, la OIT establece que el término "trabajador tiempo parcial" se define como todo aquel asalariado cuya actividad laboral tiene una duración normal inferior a la de los trabajadores a tiempo completo.
Pese al matiz, la entidad recalca que debe ser tratado como una persona ocupada a tiempo completo.
Considerando ello, la OIT sostiene que debería existir "reglamentación" que mitigue la vulnerabilidad de trabajadores a tiempo parcial. "Esto podría incluir: incentivos salariales por horas trabajadas para compensar la falta de prestaciones relacionadas con el empleo, una tasa de compensación mínima fija por los períodos de trabajo 'por llamada' no trabajados, y prestaciones sociales o de desempleo favorables".

Horarios escalonados: "Desplazamientos más eficientes"

De acuerdo a la OIT los horarios escalonados corresponden a las diferentes formas de establecer las horas de inicio y término de la jornada de trabajo para diferentes grupos de trabajadores del mismo establecimiento.
Esta modalidad -que permite que las horas de inicio y finalización de la jornada laboral sean escalonadas cada 15 a 30 minutos entre, por ejemplo, las 7 y las 9 horas y entre las 16 y las 18 horas-, traería varios beneficios de acuerdo a la organización.
"Esto puede tener un impacto positivo en los desplazamientos de los trabajadores y en su capacidad para atender sus responsabilidades familiares", destaca la entidad, agregando que cuando están bien estructuradas, permiten a las empresas ampliar las "horas de funcionamiento sin coste adicional de mano de obra".

Semanas comprimidas: "Bajo ciertas circunstancias"

Una de las propuestas del gobierno en su proyecto de adaptabilidad laboral es que la jornada de 45 horas se distribuya en cuatro días, logrando así tener tres días libres. Esta modalidad, según la OIT, se denomina "semanas de trabajo comprimidas".
De acuerdo a la entidad, si bien el trabajo se reparte en menos días, en estricto rigor "se traduce en jornadas de trabajo más prolongadas".
Por ello, recalca, las empresas deben hacerlo prestando "especial atención al posible aumento de la fatiga y a la disminución de la lucidez mental de los trabajadores. Es probable que estos problemas sean especialmente frecuentes durante la noche y hacia el final del turno".
Para evitar eso, sugiere cambiar las reglas que rigen las horas extraordinarias, a fin de tener en cuenta los efectos de la prolongación de los turnos, entre otras.

Sistemas de promedio de horas: "Deben ser negociados"

La organización de las horas de trabajo que utilizan horas anualizadas y otros sistemas de promediación de horas hacen posible variar las horas de trabajo diarias o semanales en períodos más largos que una semana, es decir, trabajar más en invierno -por ejemplo- y menos en verano.
De acuerdo a la OIT, es recomendable para industrias cuya demanda experimenta intensas y predecibles variaciones estacionales (por ejemplo, estaciones de esquí), ya que permiten más horas de trabajo en la temporada alta y menos horas en otras épocas del año.
Sin embargo, la entidad hace sus observaciones: debe ser una modalidad de trabajo negociada por los representantes de trabajadores y empresa. "Es crucial que los detalles de los sistemas de horas anualizadas se establezcan en convenios colectivos o acuerdos similares a nivel de la empresa o del lugar de trabajo".

Tiempo flexible y bancos de horas: "Beneficio para las partes"

Si de flexibilidad se trata, la OIT explica que se conocen dos modalidades de ordenamiento del tiempo de trabajo similares: los de tiempo flexible y el sistema de cuentas de ahorro del tiempo trabajado, este último más conocido como "banco de horas".
Ambos modelos, a juicio de la institución, son beneficiosos tanto para trabajadores como empleadores, pero "solo pueden introducirse en la medida en que se permita que las horas de trabajo diarias o semanales varíen con el tiempo", con la finalidad de asegurar los derechos de los trabajadores en relación con el uso del tiempo libre acumulado y la distribución de las horas de trabajo más largas, cuando sea necesario. "Esto es importante para las cuentas de ahorro de tiempo a largo plazo, ya que el valor económico del tiempo libre acumulado puede ser importante", dice el informe.

Trabajo compartido:
"En momentos de crisis"

El trabajo compartido, según explica la OIT, es una reducción de la jornada con el fin de repartir la misma cantidad de labores requeridas entre un mayor número de trabajadores para evitar los despidos o crear nuevos puestos. Es decir, es un modelo recomendado para aquellas empresas que se encuentran en crisis.
Así, la OIT sostiene que cuando es implementado ante contextos económicos complejos "las empresas no sólo pueden capear la crisis, sino también situarse adecuadamente para prosperar cuando repunte la economía".
Para implementarlo de manera eficiente, aconseja -por ejemplo- recortar las horas para todos los trabajadores en una empresa o una determinada unidad de la misma, en lugar de proceder a despidos. Dicha reducción también debería ser salarial.

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