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Felipe Alessandri: El que la sigue la consigue

Tras doce años de perseguir la alcaldía de Santiago, el hoy edil hizo que las urnas se volcaran a su propuesta ciudadana. ¿La receta? Palpar la calle que le dio el 46,77% de los votos de una comuna que dejó lesionados en el camino.

Por: Lourdes Gómez B. | Publicado: Viernes 28 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Inicia el día con locatarios de San Diego para después trasladarse a una feria. Luego se desplaza a otra reunión, a la que le sigue un almuerzo con algunos vecinos de Almirante Barroso, en cuyo trayecto recibe abucheos de estudiantes que lo reconocen caminando por la ciudad. Este ir y venir es propio del quehacer diario para Felipe Alessandri, desde que fue elegido alcalde de Santiago al conquistar el 46,77% de quienes fueron a las urnas.

El palpar la calle fue la receta que, aseguran, finalmente le dio la sorpresiva victoria. A Alessandri “nadie le cuenta cuentos”, dice su hermano Jorge, quien lo acompañó como jefe de campaña.

“Soy de un contacto directo, poco de escritorio, soy más de calle” reconoce el actual edil.

Y es este sello es el que espera poner en su gestión con una propuesta más ciudadana.

La tarea no será fácil. Nunca lo fue. Y eso Alessandri lo tiene claro .

Este abogado integró el concejo municipal en dos oportunidades, 2004-2008 y 2012-2016, experiencia que hoy le permite tener los pies puestos en la tierra y asumir los costos que conlleva este cargo.

“Ser alcalde de la municipalidad de Santiago es una moledora de carne y con muchos costos”, advierte y agrega: “Nadie ha salido muy bien parado, por eso hay que tener todos los sentidos puestos en el municipio y yo que no tengo otra aspiración, más que ser alcalde, tengo la tranquilidad que estaré abocado a ello. Todos los que han ocupado a Santiago como trampolín se los termina comiendo, esto es así, conociéndolo como lo conozco”.

¿Sorpresa electoral?

El inesperado triunfo de Alessandri sobre Carolina Tohá dejó perplejo no sólo a la Nueva Mayoría, sino que a su propia coalición, quienes incluso le pidieron que depusiera su anhelo electoral, al inicio de la campaña.

Muchos políticos “aliados” lo llamaron para pedirle que se bajara de la candidatura y diera lugar a Joaquín Lavín o Cecilia Pérez, ambas cartas favoritas de la derecha. Nunca estuvo en su mente declinar.

Y es que este abogado de 41 años y padre de tres hijos destaca por su persistencia. El que la sigue la consigue, es su sello. “Estamos muy orgullosos, más que por ganar la elección, por la fuerza con que defendió su cupo. Le decían que él no era una figura nacional, que no podía ganar, que se bajara y él les dijo: ‘yo estoy en la calles y siento la calle’. Tiene una tenacidad y un perseverancia más allá de los resultados”, relata Jorge.

Sin embargo, también mostró su lado conciliador y de buen negociador cuando resultó electo. “Felipe fue un candidato que fue de menos a más y que ha ido teniendo más aplomo y ha ido saliendo lo mejor de él. Es sensato, podría haber tenido un discurso más aguerrido y sin embargo se mostró más moderado”, comenta Raúl Alcaíno ex alcalde de Santiago.

El peso familiar

El anhelo de ocupar el sillón consistorial va más allá de los doce años que ha trabajado por alcanzarlo.

Se arrastra desde los 11 años, cuando a fines de los ochenta, Felipe acompañaba a su padre, Gustavo Alessandri, en ese entonces alcalde de la comuna, y quien lo llevaba a la oficina municipal donde terminaba jugando a los pies del escritorio.

Y es que a lo largo de la historia de Santiago siempre ha habido un Alessandri, relata Jorge. Bisnieto de Arturo Alessandri y sobrino nieto de Jorge Alesandri, Felipe ha tenido una historia politica marcada por el peso familiar. “En la familia nos encanta la política, no somos felices en otra actividad, aunque la ejercemos, necesitamos sentir que estamos trabajando por un cambio en la sociedad, esto puede ser una debilidad”, explica Jorge.

Para Pedro García, ex ministro de Salud y concejal de Santiago, este peso familiar le exige estar a la altura de su historia. “Eso lo marca y espero que para bien, porque a veces se embarca en aventuras poco justificadas y ese escenario no le ha hecho bien, pero debo reconocer que ha asumido una actitud propia de la responsabilidad familiar que tiene, una conducta más republicana”, precisa.

Es esta historia la que espera repetir con sus tres hijos, que también lo acompañan para conciliar su lado político y familiar. “Siempre me han acompañado, es parte de mi cotidianidad, me conocieron siendo concejal, no es algo raro para ellos”.

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