La columna de J.J.Jinks: FOMO
Políticos de todos los colores aparecen desesperados por participar de la foto buscando congraciarse con una ciudadanía que naturalmente privilegia el corto plazo por sobre su futura pensión. Naturalmente hay muchas necesidades y para pensar en el largo plazo se suponía que estaba nuestra clase política.
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Los gringos son los campeones mundiales de los acrónimos. No sólo tienen la capacidad de estarlos inventando permanentemente sino que además los usan sin problema alguno en la vida diaria. En estas semanas donde se ha vivido con particular intensidad la elección estadounidense hemos tenido una sobredosis de POTUS, FLOTUS (Melania merece más) y SCOTUS (Corte Suprema) por parte de periodistas y analistas políticos.
Los acrónimos americanos han sido exportados con particular éxito en el mundo financiero. Hoy hasta el más neófito en finanzas habla de EBITDA para arriba y para abajo en tierras muy lejanas a las estadounidenses. Tengo serias dudas que muchos de los usuarios del término tengan idea de lo que significa, pero para qué nos vamos a poner graves. Uno de mis favoritos actualmente es FOMO (fear of missing out), el sentimiento de miedo y ansiedad de estarse perdiendo algo, obviamente todo esto gatillado fundamentalmente por las redes sociales. Este temor a estarse quedando afuera tiene su correlato también en el mundo de las inversiones donde hoy es habitual ver como inversionistas retail van de una acción a otra siguiendo las recomendaciones de algún gurú en Twitter. Esto por supuesto genera riesgos de pequeñas y no tan pequeñas burbujas en el mercado accionario.
Toda la tragicomedia que hemos vivido en Chile en torno al segundo retiro del diez por ciento de las AFP tiene mucho de FOMO. Políticos de todos los colores aparecen desesperados por participar de la foto buscando congraciarse con una ciudadanía que naturalmente privilegia el corto plazo por sobre su futura pensión. Naturalmente hay muchas necesidades y para pensar en el largo plazo se suponía que estaba nuestra clase política. Como en toda borrachera, el segundo retiro tampoco es suficiente y éste tiene que ser sin impuestos. Uno habría pensado que esa era una línea que al menos la izquierda no estaría dispuesta a cruzar por unos pocos minutos de fama, pero craso error.
Hemos visto en esta semana espectáculos inimaginables hasta hace poco tiempo atrás donde connotadas diputadas del Partido Comunista y del Frente Amplio han dado alambicadas (y equivocadas) razones por las cuales no correspondería cobrar impuesto a las rentas más altas del país en esta ocasión. Tiempos muy extraños los que vivimos.
Las sanas políticas públicas están siendo sacrificadas por izquierda y derecha pues son muy pocas las voces que son capaces de pararse al frente de la ola arrasadora que significa la opinión pública detrás del teclado del su teléfono celular. Una honrosa excepción ha sido Pepe Auth quien con serenidad y consistencia ha mantenido una línea argumental defendiendo la importancia de no desmantelar las futuras pensiones y a la vez advirtiendo a su sector lo caro que le va a salir este travestismo ideológico por un puñado de votos potenciales. Lamentablemente, se ve muy solo en esta cruzada.
Necesitamos más representantes como Pepe que tengan el carácter para no caer presos de las tentaciones del FOMO. Y los necesitamos ASAP.