Ampuero: “Lo peor que puede hacer un gobierno es desplazar a los privados de la cultura”

Por Patricio Ojeda González



Satisfecho se muestra el ministro de Cultura por el presupuesto 2014 que tendrá su cartera. “Estoy muy contento por las cifras que podemos mostrar en términos de presupuesto para el próximo año. Esto tiene que ser aprobado por el parlamento, pero lo interesante es que nos estamos acercando a los 
$ 80 mil millones, lo que significa un aumento de 8,2% con respecto al año anterior. Es importante subrayar que esto duplica, en porcentaje, el aumento que se ve en el presupuesto en general”.

Pese a esta alza de recursos, plantea que es indispensable continuar con la alianza público-privada para inyectar recursos a la cultura y ese será uno de los temas que se tratará el próximo jueves 17 de octubre en el cuarto seminario de Cultura y Economía: “hacia una cultura sustentable” que se realizará en el GAM.

- ¿Cómo ve la participación del sector privado a través de la ley de donaciones?


- Es muy interesante ver que Chile tiene una situación particularmente baja en relación con los privados. Tiene un 0,27% del PIB en donaciones filantrópicas versus un 0,32% de Colombia. En Reino Unido es casi 1% y en EEUU casi un 2%. Estamos bajo ahí, pero lo importa es que esto ha ido cambiando y hay excelentes noticias. El aporte privado a través de ley de donaciones culturales era de $ 13 mil millones en 2009 y en 2012 fue de $ 25 mil millones, es decir, respecto a 2009 hemos prácticamente duplicado el monto.



- ¿Qué se debe hacer para seguir en esa línea?


- Hay que incrementar esfuerzos, invitar al sector privado a donar, explicar por qué es conveniente que donen, en qué sentido -más allá de los tributarios- obtienen beneficios, cómo se disminuyen los prejuicios entre donantes y beneficiarios. Muchas veces hay tensión entre empresas y artistas, pero creo que eso no es insalvable, hay visiones distintas, intereses distintos, pero es legítimo, por eso creo que la mejor garantía para los artistas de que van a poder actuar en un espacio de libertad es que exista una diversidad de donantes. Un monopolio privado que maneje y controle todo no le conviene al artista, pero tampoco una presencia extrema del Estado, la libertad de los artistas está dada porque existan muchos donantes.



- ¿Cómo se logra eso?


- Estamos con encuentros en regiones, convocando a posibles donantes, instituciones y artistas, para que se conozcan, tiendan puentes, disminuyan prejuicios. En ese sentido, el ministro puede jugar un papel importante acercando a ambas partes. En EEUU y Europa Occidental hay ejemplos de empresas que nacieron en pequeñas localidades y no se olvidan del pequeño pueblo del que salieron.



- ¿Eso se ve en Chile?


- Hay ejemplos y ejemplos, pero como todo está centralizado y en Santiago vive una gran parte de la población, la empresa muchas veces -y es legítimo- busca proyectarse a nivel nacional a través de la obra que está apoyando. Ahí necesitamos un cambio en la mentalidad, porque donde pueden hacer la gran diferencia estas empresas es en las regiones.



- ¿En conversaciones con empresarios ha visto alguna apertura hacia eso?


- No, yo creo que esto está recién en pañales, de lo que me siento feliz es de estar impulsando esto y que sea labor de los próximos ministros continuarlo. Además es una buena forma para proyectar la imagen de un emprendedor. Sobre los empresarios lo que prima son informaciones de denuncias, de malas prácticas, pero sabemos que el mundo empresarial es más que eso, crea empleo, crea PIB, y ayuda a lo que ha logrado Chile. Entonces por ahí el empresario tiene que ver los beneficios de su aporte a la cultura. Y también el mundo de la cultura debe evaluar, porque también hay un error al pensar que el Estado debe hacerse cargo de la cultura y eso es un error porque los recursos nunca son suficientes; segundo, es oponerse a la diversidad y a diversificar los fondos para la cultura y tercero es que si hay un “solo patrón” siempre se va a pedir algo a cambio. Creo que esto es un esfuerzo que hay que seguir haciendo, creo que lo peor que puede hacer un gobierno es dejar de lado, reducir, agotar mucho el rol privado.




IVA al libro


- ¿Cómo ve el tema de los tributos a los espectáculos culturales y en especial en los libros?


- Pienso que hay mucho terreno que avanzar ahí. Este es el ministerio de los sueños pero que se maneja con un presupuesto real. Acá las demandas sí que son infinitas porque cada individuo que se acerca está convencido de que su obra es necesaria para el país y me parece bien que los artistas piensen así, pero por otro lado hay $ 80 mil millones (de Presupuesto) y ese es el límite. Por ejemplo, en el tema del IVA al libro es cierto que tiene un impacto en el precio, desde luego, casi del 20%, pero hay otros elementos que pesan en el libro, que tienen que ver con el mercado, con la distancia y, en ese sentido, cuando se impulsa algo en esa dirección -y por eso no es casual que con varios gobiernos no haya prosperado- nos encontramos con demandas legítimas de otros sectores. Por qué no liberar de impuestos, por ejemplo a computadores o iPad para que todo el mundo tenga mejor acceso a la comunicación y, por ende, a los libros también. Ese es un tema. Otro tema son los alimentos, por qué no la leche y el pan. Esos son temas importantes y que no se pueden abordar en términos aislados. Ese es un asunto que pesa y se necesita de diálogo entre todos los sectores para lograr avanzar.

- ¿Cómo vio la salida del gabinete de su antecesor Luciano Cruz-Coke y la inhabilitación que se hizo de su candidatura?
- Tengo una relación de amistad con Luciano, yo considero que hizo un gran trabajo, puso en orden la casa -no la recibió tan en orden-, implementó las políticas que tenía elaboradas el presidente durante la época de la campaña, lo llevó a cabo con mucho talento y sobre todo en una época donde Chile estaba afectado por el terremoto. Logró defender el presupuesto para que no se viera afectada la cultura y la mejor prueba de cómo lo hizo es la alta aprobación con la cual se retiró de este cargo. Lo dije en un momento y lo reitero, dejó la vara muy alta. Y después lo que ocurrió con su candidatura lo lamento profundamente, obviamente las instituciones tienen que funcionar, determinaron aquello... pero yo creo que como es joven va a tener otras oportunidades, con la experiencia que tiene y con el aporte de una derecha liberal moderna, nueva que mire hacia el futuro.

- ¿Cómo vivió la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado?
- Creo que era esperable que 40 años después del 11 de septiembre hubiese en Chile este tipo de debate. Siempre supe que venía con mucha fuerza y más en un año electoral. Esto sin menoscabar ninguna de las razones políticas de por qué esto se instala de repente en el centro del país. Creo que es importante también para la centro derecha en Chile abordar este tema, mostrar todas las cartas y creo que esto marca una nueva etapa, también en relación de la centro derecha con el futuro, porque los movimientos deben asumir el pasado que tuvieron o que les tocó vivir o ante el cual actuaron o reaccionaron. Yo creo que se ha asumido muy bien, con visión de futuro, sabiendo que ahora están entrando nuevas generaciones en la política. Lo central es la convicción que tiene que existir que nada justifica una dictadura ni la violación a los derechos humanos. Además es muy importante que el país siempre tenga presente que la política hay que llevarla a nivel de acuerdo, el país no pertenece a nadie en específico. Hay que cuidar la democracia, hay que pensar que Chile no tiene repuesto y es muy importante que la ciudadanía vaya comprendiendo con mayor claridad que a veces es peligroso dejarse llevar por tentaciones de sustituir por completo, de la noche a la mañana, algo que con imperfecciones ha funcionado y ha convertido a Chile en un país modelo dentro de América Latina.