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Columnistas

Urge destrabar el conflicto inmobiliario

Vanessa Facuse, socia Bofill, Escobar, Silva abogados, Fundadora Red Procompetencia

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 19 de mayo de 2022 a las 08:25 hrs.

Numerosos hechos noticiosos y litigiosos dan cuenta que estamos ante un quiebre cada vez más profundo en el sector inmobiliario, debido a la pérdida de valor de las autorizaciones. Ello, va desde desconocer permisos, imponer nuevas exigencias urbanísticas y ambientales durante la ejecución de los proyectos, e incluso pretender prohibir la construcción de viviendas en área rural.

El escenario más negativo para Chile es que se sigan paralizando proyectos en curso y/o congelando inversiones con la consiguiente pérdida de valor; pues esta industria es la principal fuente de empleo del país, con un alto nivel de contratación de pymes, además de responder a las demandas de la población por vivienda, oficinas, comercios, equipamiento industrial, deportivo y turismo.

El punto de partida -por obvio que parezca- es que nadie está por sobre la ley; ni empresarios, ni autoridades, ni representantes de gremios o fundaciones, por loables que parezcan sus fines. Tampoco debemos tolerar como sociedad que sean en las redes sociales donde se defina la viabilidad de un proyecto.

Por ello es de interés de todos los actores destrabar el conflicto, siendo clave el rol de la institucionalidad, al requerirse de manera urgente acciones concretas y visibles para avanzar en sentar las bases urbanísticas y ambientales para entregar certezas a los futuros desarrollos y restablecer los puentes para reconducir los conflictos actuales. La pasividad, el silencio o la judicialización, solo agudizan el problema.

Esta realidad, por cierto, también desafía a las empresas a tomar consciencia de los riesgos del sector y les exige contar con herramientas renovadas para internalizar los cambios regulatorios y sociales, que permitan darle trazabilidad a la forma de cómo se abordarán durante la vida del proyecto.

Es claro, que ya no basta contar con permisos, volviéndose esencial demostrar cómo se gestionan los riesgos del negocio, cuáles son los mecanismos para controlarlos por rubro y magnitud, lo que supone un buen conocimiento del entorno donde se ejecutan. Esta mirada debe integrarse y reflejarse en el fortalecimiento de los gobiernos corporativos, pues desde allí la concepción de los riesgos debe permear al interior de la organización, de manera de generar, también la adhesión externa de inversionistas y la comunidad en general.

 Es imperativo avanzar en acciones concretas, porque nadie gana con el congelamiento de la actividad inmobiliaria.

 

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