Autos monoplaza con motores eléctricos equipados con tecnología de punta y que alcanzan una velocidad cercana a los 200 kilómetros por hora. En otras palabras: Fórmula E.
Este es el nuevo "chiche" de los amantes de las tuercas, aunque no exento de cuestionamientos bajo la lupa de los clásicos seguidores de otros circuitos más tradicionales y que extrañan el típico ronroneo de los motores mecánicos.
Sin embargo, la Fórmula E está dejando su medioambientalmente amigable huella en circuitos, en su mayoría callejeros, como el de Beijing (China), Putrajaya (Malasia), Londres (Inglaterra), Miami (EEUU), Punta del Este (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina).
Diez escuderías y cerca de 20 pilotos pelean desde el 13 de septiembre del 2014, en Beijing, hasta el 27 de junio del 2015 en Londres, para convertirse, después de nueve carreras, en los primeros campeones de esta incipiente modalidad de carreras de autos creada por la Federación Internacional del Automóvil.
"Nos interesamos en la Fórmula E porque es eléctrica y nosotros creemos que es parte del futuro (...) No contaminan, estamos interesados en crear un nuevo transporte público y todo lo que se ha aprendido en la Fórmula E puede servir para eso, para concientizar sobre autos eléctricos", expusieron desde el equipo Amlin-Aguri como una razón de peso para ser parte de la carrera.
Para esta, su primera temporada sobre el pavimento, todos los equipos compiten con el mismo monoplaza -el Spark-Renault SRT 01E-, mientras que para su segunda versión está contemplado que cada equipo desarrolle su propio vehículo.
El chasis fue diseñado por Dallara, y cuentan con un motor eléctrico desarrollado por McLaren. El sistema de batería fue creado por Williams Racing y poseen una caja de cambios de cinco velocidades. Michelin es el proveedor oficial de neumáticos.
¿El costo? Por reglamento, cada monoplaza no puede costar más de US$ 500 mil y todos rondan de muy cerca esa cifra.
Como si ya todo esto tuviera un dejo de particularidad, la modalidad de competición también lo tiene ya que los pilotos cuentan con dos autos a su disposición para una carrera. Cuando la batería del motor del primer monoplaza está pronta a agotarse, tienen que obligadamente dirigirse a los pits y subirse a un segundo vehículo para culminar la carrera.
Ilustres de la velocidad
Senna, Prost y Piquet. Estos son sin duda algunos de los apellidos más ilustres en la élite del automovilismo de todos los tiempos y son sus herederos los que los representan en la Fórmula E.
A Bruno Senna, sobrino de recordado Ayrton; Nicolas Prost, hijo del francés Alain y Nelsinho Piquet, hijo del Nelson, la Fórmula E les está dando la oportunidad de reeditar los duelos de la Fórmula 1.
Entre algunos de quienes también han tomado el desafío de tomar el volante de esta nueva categoría se cuenta el actual líder de la competencia, el brasileño Lucas Di Grassi, ex participante del GP2 Series y de la Fórmula 1; el portugués António Félix da Costa, quien corrió en el Deutsche Tourenwagen Masters y el sueco Sébastien Buemi, también ex Fórmula 1.
Luego de las primeras cuatro fechas, por escudería lidera el torneo e.dams, seguido por Virgin Racing y en tercer lugar Audi Sport ABT, en tanto que por pilotos el primer puesto es para Lucas di Grassi (Audi Sport ABT). Le siguen Sam Bird (Virgin Racing) y Sébastien Buemi (e.dams Renault).
En la última fecha que corrieron, bajo un calor que no dio tregua en el circuito callejero en Puerto Madero, Buenos Aires, los miles de asistentes vieron como António Félix da Costa, del equipo Amlin-Aguri, levantó el trofeo del ganador.
Ahora solo basta esperar la siguiente fecha, el 14 de marzo en el Miami ePrix, para ver hasta dónde puede llegar la Fórmula E.